Shift una compañía de VR especializada en formación para profesores, se centra ahora en el COVID-19.
Situada en la ciudad de Bend (Oregon), ha rediseñado su aplicación formativa para adaptarla a los contenidos suministrados por la Escuela de Enfermería de la Universidad de Portland.
“Nuestro objetivo era proporcionar capacitación en realidad virtual COVID-19 para los trabajadores de la salud que trabajan en tareas que están fuera de su práctica habitual, así como para aquellos cuya capacitación está desactualizada.” – Wendy Morgan. (Directora ejecutiva y cofundadora de Shift).
Al mismo tiempo Amy Hedrick, CEO y cofundadora de CleanBox, una empresa especializada en máquinas de luz ultravioleta para la desinfección de visores de VR, se unía a la lucha contra el COVID-19.
Hedrick explicó que Cleanbox dispone de una nueva máquina llamada CleanDefense, diseñada específicamente para desinfectar los Equipos de Protección Individuales (EPI).
De este modo se pretende ayudar a los trabajadores de la salud a lidiar con la escasez continua de estos suministros esenciales.
Con esta tecnología, los sanitarios podrán descontaminar y reutilizar, por ejemplo, sus máscaras N-95.
De hecho, el uso original de Cleanbox (higienizar los visores de VR) probablemente se convertirá en el nuevo estándar de la industria que tiene que afrontar grandes retos en un futuro cercano.
“Casi todos en nuestro equipo se han visto afectados de alguna manera por esta pandemia. Como individuos y como compañía, queríamos marcar la diferencia y hacerlo rápidamente”, Amy Hedrick, CEO y cofundadora de CleanBox.
De estas dos iniciativas de empresas lideradas por mujeres surgió una cooperación a través del fondo WXR,
Recordemos que WXR Fund es una empresa de riesgo que busca inversiones en la intersección de dos inmensas oportunidades: las mujeres y la informática.
Cuando Shift, que ultimaba la logística de su solución para la formación del personal sanitario, encontró a Cleanbox que permitía, con sus productos, evitar el contagio del COVID-19 al compartir visores de VR.
“La realidad virtual es ideal para preparar a los trabajadores de la salud para entornos de alto riesgo sin exponerlos a riesgos del mundo real. En un entorno normal, esta capacitación requiere formadores y suministros de atención médica, que ahora son escasos. A través de la realidad virtual, las personas pueden aprender y practicar en un entorno realista, con pleno movimiento, antes de tener que ingresar a un hospital “.
La formación inmersiva, que utiliza unas Oculus Quest, consiste en sesiones que duran entre 15 y 20 minutos en VR. En ellas se enseñan habilidades clave como la elección y el uso de EPI, cuidado e higiene personal del paciente y procedimientos de prueba COVID-19.
Mediante Oculus Quest se pueden realizar los procedimientos con seguridad.
La colocación y retirada de equipos de protección, la higiene de las manos, la contaminación en una sala COVID-19 son varias de las habilidades que se potencian, todo ello en un entorno de un hospital virtual.
En las próximas semanas, se habilitarán 15 puntos de formación en todo el estado. Cada uno de ellos dispondrá de 5 visores y recibirá la formación para desinfectarlos correctamente utilizando la tecnología Cleanbox.
“Hay un papel muy importante para XR a medida que la pandemia continúa. […] la necesidad de utilizar la realidad virtual para la capacitación de habilidades fundamentales en la escuela de enfermería, la orientación para el proceso de incorporación de enfermeras a los hospitales, así como la capacitación de dispositivos que ahora no se puede hacer cara a cara “, – Maggie Hubbell.
Una buena iniciativa que puede salvar muchas vidas.
¿Creéis que máquinas como Cleanbox podrían salvar a las salas de RV? ¿Qué os parecen estas iniciativas? ¿Son el futuro de la formación en salud?
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