Un reciente estudio del proveedor de servicios financieros australiano Compare The Market demuestra que los viajes virtuales están en el punto de mira de muchos internautas.
Es evidente que la dichosa pandemia del COVID-19 ha hecho que los viajes de placer se reduzcan a la mínima expresión y parece que el mercado podría estar buscando nuevos medios de ocio-turismo.
En el estudio realizado se analizaron búsquedas de los internautas que contuviesen términos como “viajes virtuales”, “turismo virtual”, “viajes en realidad virtual”, “recorridos de realidad virtual”, etc. De hecho, se constató un incremento cuatro veces superior respecto al mismo período del año pasado.
Fue a finales del mes de abril de 2020 cuando el término “viajes virtuales” alcanzó su nivel más alto, coincidiendo con las restricciones de movilidad impuestas en la mayoría de los países del mundo.
Hasta aquí un estudio solo parece confirmar lo obvio, pero que tiene otra vertiente que es cuanto menos, curiosa. Compare The Market también analizó si las búsquedas de visores de realidad virtual aumentaron al mismo nivel y, sorprendentemente no fue así.
Parecería lógico que un usuario que busca experiencias de viajes virtuales también se interese por dispositivos de realidad virtual. Pues el caso es que, aunque sí que hubo un incremento en el interés, no fue tan abultado como cabría esperar y no guardó relación directa con las medidas restrictivas.
Eso no quita que este aciago 2020 haya sido también el principio del despegue de la realidad virtual de consumo.
La llegada de dispositivos como las Oculus Quest 2 sin duda trae la realidad virtual a casas confinadas, pero, según el estudio, no ha sido este confinamiento el factor decisivo para su compra.
Lo que si es evidente es que la realidad virtual y las experiencias inmersivas han llegado para quedarse y, a pesar del virus o gracias a él, según se mire, van a cambiar el mercado de los viajes a muy corto plazo.
Quizás ha llegado el momento a los catálogos de viajes en realidad virtual al igual que las exposiciones en VR. Y los conciertos virtuales o incluso la danza.
Un mundo al alcance del visor de un usuario confinado, una realidad tan triste como apasionante.
¿Qué os parecen este tipo de experiencias? ¿Vosotros llegasteis a la realidad virtual por culpa de la pandemia? ¿Creéis que este es el futuro de las agencias de viajes?
¿No es mejor ir a Memory Call ?
Como amante de los viajes espero poder por lo menos combinarlo, o poder descubrir lugares en realidad virtual a donde después poder ir. Ver los lugares donde viajas es maravilloso, pero hablar con sus habitantes, oler su comida, planear la aventura, perderte… eso es espectacular. ¡Larga vida a la realidad virtual y larga vida a los viajes!