Una disputa entre Jony Ive y Mike Rockwell habría cambiado la estrategia de cara al dispositivo de realidad virtual de Apple, según afirma Bloomberg Businessweek. Según los supuestos testimonios internos, las discrepancias duraron meses y se basaron en la relación potencia/ergonomía del dispositivo.
El dispositivo diseñado por Mike Rockwell, máximo responsable del área AR y VR, iba a ser muy potente, varios pasos por encima de los disponibles actualmente, pero el calentamiento del mismo desembocaría en un gran volumen. La solución aportada por Ive, ya ex-máximo responsable de diseño, pasaba por un hub externo que llevaría a cabo todos los procesos y los transmitiría de manera inalámbrica al visor.
La solución no gustó a Rockwell, que prefería una potencia inferior pero sin la intervención de un hud para evitar posibles errores en la transmisión de datos. Este tira y afloja continuó hasta que Tim Cook, director ejecutivo de Apple, se decantó por la idea de Ive.
Según la misma fuente, el dispositivo se anunciaría en 2021 y llegaría en 2022 con un tamaño algo inferior a Oculus Quest, su propia App Store e incorporaría Siri, aunque finalmente con unas prestaciones algo por debajo del primer diseño. Más adelante, en 2023, llegarían las Apple Glasses, las gafas de realidad aumentada de la compañía estadounidense.