Pierhead Arcade. Análisis para Oculus Quest.

Pierhead Arcade es un salón recreativo repleto de máquinas recreativas arcade clásicas, donde la diversión está asegurada. Entre ellas se encuentran varias de tiros, bolera, air hockey, baloncesto, máquina de gancho, lanzamiento con aros, entre otras.

El juego ya lleva tiempo en PSVR y PCVR y ahora podemos disfrutarlo en nuestras Oculus Quest.

Este título nos llega gracias a la empresa desarrolladora Mechabit. Es un estudio de juegos independiente con sede en Reino Unido creado en 2013 por Kevin Tsang. Si queréis obtener más información sobre esta desarrolladora podéis acceder a su web, desde este enlace.

La realización del análisis de Pierhead Arcade, se ha llevado a cabo utilizando Oculus Quest 2 en la versión standalone.

¿Qué nos ofrece Pierhead Arcade?

Pierhead Arcade contiene más de 30 juegos arcade diferentes repartidos en varias salas. Como ya he comentado anteriormente, este título ya estaba en PSVR y PCVR, pues para la versión de Oculus Quest incluye todos los DLC.

Para poder disfrutar de una tarde divertida podemos acceder a varios modos: un jugador y multijugador en línea/LAN.

Nada más comenzar realizamos un breve tutorial para familiarizarnos con el entorno. Simplemente como desplazarnos (el método de desplazamiento en el tutorial es el teletransporte) y como agarrar objetos (con los gatillos). Una vez finalizado el tutorial, tenemos que configurar el juego para sentirnos a gusto. Los controles me han parecido muy fáciles e intuitivos.

Antes de entrar en el salón recreativo, nos aparece el menú y la configuración:

Al lado izquierdo podemos seleccionar el tipo de juego: un jugador, multijugador o reto diario.
En el lado derecho están las opciones de configuración. Aquí podemos seleccionar la forma de movernos (teletransporte, movimiento libre, velocidad de giro, etc).

¡Ya estamos listos para comenzar!

Jugabilidad de Pierhead Arcade:

Ya estamos prepararos para pasar una tarde divertida y emocionante. Atravesamos la puerta y estamos en el hall. Nos podemos mover libremente y elegir donde queremos ir.

El principal objetivo es jugar a todas las máquinas recreativas e ir ganando tickets para poder ir avanzado en el juego. Una vez terminada la partida nos darán estrellas y tickets según nuestra puntuación. Las estrellas sirven para ir desbloqueando salas y así poder jugar a más máquinas. Con los tickets tenemos la posibilidad de comprar accesorios para nuestro avatar o ir a la tienda y canjearlos por premios. ¡Menudos recuerdos! En Pierhead Arcade podemos jugar tantas veces queramos, no nos va a costar ni dinero físico (claro una vez comprado el juego), y las monedas del juego son ilimitadas.

Hace bastantes años atrás, tengo el recuerdo de pedir dinero a mis padres después de un tiempo jugando. Algo habitual era ¿papi otra partida? y la respuesta era inmediata, ¡Nooooo!. Seguidamente iba a mi madre, a ver si colaba y antes de realizar la pregunta, ya tenía preparada la respuesta, ¿qué te ha dicho tu padre?

Además una vez finalizada la partida nos muestra la clasificación personal, clasificación de amigos y clasificación mundial. Esto tiene un cierto pique sano e ir superándote en cada partida disfrutada.

También en el hall tenemos a nuestra disposición un rincón para nuestros trofeos, además de diferentes máquinas.

Tanto las físicas como las mecánicas funcionan muy bien. En máquinas que hay que agarrar los controles u objetos, simplemente es presionar el gatillo y realizar el movimiento dependiendo del juego. Sin embargo en otros juegos, solamente acercando nuestro mando a la zona requerida para ello. Para hacer funcionar la máquina, tenemos que ponernos frente a la que deseemos jugar, apuntar con nuestro mando hacia la ranura de monedas y echar una dentro.

Algo que no han implementado, es el seguimiento de manos, sería muy gratificante incluirlo para conseguir más inmersión. En este tipo de juegos funcionan realmente bien. Un ejemplo de esto sería In Da Hoop!

Pierhead Arcade

Los gráficos:

Los gráficos son más que aceptables pero se podrían mejorar un poco más.

La inmersión es placentera, incluso si la sala de juegos en sí podría haber sido mucho más animada. Con esto hay que decir que una vez estamos andando por las salas, se encuentran totalmente vacías (no hay ningún avatar caminando, ni tampoco jugando). ¿Un salón de recreativos sin gente?.