Facebook pone precio a nuestra privacidad en las Quest 2.
Las Quest 2 se han convertido por méritos propios en el visor de referencia en el mundo de la VR. Tener un visor de estas características por 349 € lo convierte en la compra perfecta para cualquier persona que quiera iniciarse en el mundo de la VR.
Ya solo por eso se ha ganado el título a mejor visor de Steam y del año para muchos usuarios, rompiendo barreras y récords de ventas a cada día que pasa.
También ha tenido mucho que ver sus características, por supuesto, un visor que solo nos lo tenemos que colocar, encender y jugar, llama mucho la atención. Sin configuraciones extrañas y sin cables, lo convierten en el visor ideal.
La cuestión es que su precio nos sigue pareciendo muy bajo y más si prestamos atención a sus especificaciones. Hablamos de un visor con 6 Gb de RAM, monta una CPU Qualcomm Snapdragon XR2, 128 Gb de almacenamiento interno con opción a 256 Gb y una resolución de 1832X1920 por ojo. A todo esto hay que sumarle los dos controladores.
¿Pero es todo bueno en Quest 2?
Pues lamentablemente hay que decir que no, sobre papel todo pintaba muy bien, hasta que llegó el día que nos comunicaron que nuestra cuenta de Oculus no sería suficiente para hacer uso de nuestro visor VR.
Los señores pensantes de Facebook no tuvieron mejor idea que obligarnos a usar nuestras cuentas de su propia aplicación, o sea, Facebook, para que el sistema siga funcionando.
Esto causó una gran controversia, ya que sentíamos nuestra privacidad un poco violada por la empresa, pero no había opción, o fusionas cuentas o no podríamos usar el visor ni acceder a nuestra biblioteca de Oculus.
¿Y qué podíamos hacer frente al gigante americano? Pues, absolutamente nada y pasar por el aro.
Eso o acceder a una sorpresa que hemos descubierto hace muy poco.
Hay otra versión de Quest 2 a la venta pero dirigida a empresas. El hardware es idéntico, pero con la diferencia de que en esta versión no es necesario el uso de Facebook para hacerlas funcionar.
¡Pues, entonces ya esta! Buscamos este modelo y en vez de comprarnos el otro nos hacemos con una versión de este. Fácil, ¿no? Sí, sería muy fácil si no nos importase gastar 500 € de más, que es lo que valen estas gafas. 849 € para ser más exactos.
Entonces, ¿Ese es el precio que pone Facebook a nuestra intimidad?
Parece ser que sí, porque no entendemos que hagan dos versiones y más cuando esa obligatoriedad ha causado tanto malestar entre su comunidad de usuarios, y no es para menos.
Hay que saber diferenciar entre un gadget de diversión y una red social en la que tenemos mucha información personal, ya que es totalmente irrelevante a la hora de hacer uso de nuestro visor VR.
Si mirásemos la Política de datos de Oculus, podríamos darnos cuenta de cuantos datos privados nuestros pueden almacenar. Cosas irrisorias como nuestra dimensión física, el tamaño de nuestra mano, incluso el tamaño de nuestra área de juego. También cosas obvias como la identificación de nuestro dispositivo o la dirección IP de nuestro internet. A partir de aquí ya nos podemos imaginar toda la información que pueden guardar si entran a nuestro Facebook personal.
Entonces, ¿creéis que el precio tan bajo de las Quest 2 es para poder entrar a millones de hogares y almacenar toda la información?
También nos podrían dar la opción de comprar cualquiera de las dos versiones a nuestro parecer y no obligarnos a dar datos nuestros.
La verdad es que vivimos en una época en la que la privacidad de las personas ha desaparecido como tal. Desde el historial de nuestro navegador, hasta las posibles escuchas y acceso privado a nuestros dispositivos móviles y pasando, como no, por los visores VR y nuestros PC’s ya pocos secretos podemos esconder a nadie.
Somos víctimas del marketing y del consumismo y nos utilizan como quieren y por lo que hemos comprobado, hasta ponen precio a nuestra privacidad sin ningún pudor.
Yo la verdad es que prefiero vender mi alma al diablo y ahorrarme ese dinero 😜