Los perros de guerra han sido utilizados desde hace siglos en mil y una batallas, pero hasta ahora no contaban con “Doggles” o gafas de realidad mixta.
Vale que tienen un olfato entre 10 mil y 100 mil veces más potente que el de un ser humano, unos colmillos afilados como cuchillos y una velocidad de hasta 60 Km/h. Pues bien, no parecía suficiente.
En el ejército de Estados Unidos han tenido la genial idea de dotarles de unos “Doggles”, una especie de gafas de realidad mixta para mejorar su sentido de la vista y permitir la comunicación con sus adiestradores.
Command Sight, una pequeña empresa tecnológica fundada por A.J. Peper, ha desarrollado una pantalla montada en la cabeza de los animales que permite realizar estas tareas. La idea es ayudar a los canes en tareas de búsqueda de narcóticos, explosivos e incluso en batalla.
¿Y cómo funciona esto?
Pues bien, las gafas proyectan con realidad mixta una serie de señales visuales que guían al perro sin la necesidad de los comandos de voz o láseres que se utilizan actualmente.
De este modo se pueden marcar distintas zonas y el perro es capaz de dirigirse hacia ellas cuando no sea posible la comunicación directa con el animal.
Para conseguir estas HoloLens 2 caninas, A.J. Peper tomó como base las Rex Specs, utilizadas para la protección ocular canina y le agregó un componente optoelectrónico, creando una pantalla de visualización frontal donde las señales visuales se superponen al mundo real ayudando a dirigir y guiar a los perros.
Por si esto no fuera suficiente, las gafas disponen de conexión inalámbrica para que el adiestrador pueda ver en tiempo real lo mismo que el perro, e incluso comunicarse verbalmente con él.
Las pruebas, asegura Pepper, se realizaron de forma segura y humana con su perro Mater y funcionaron perfectamente.
“Puedes imaginar mi júbilo cuando puse el sistema en mi perro, lo encendí y él reaccionó al indicador. Hasta ese momento, todo había sido teoría”, dijo Peper.
Aunque no sabemos la opinión del pobre Mater, parece que después de varias semanas de entrenamiento, todo salió como se esperaba.
El ejército norteamericano apoya el proyecto “Doggles” a través de la Oficina de Investigación y su programa de Investigación en Innovación para Pequeñas Empresas.
Se trata de una tecnología que nuevamente plantea la pregunta de “¿hasta dónde?”.
La utilización de este tipo de elementos podría ayudar en el rescate de heridos por terremotos, buscar narcóticos o encontrar a personas perdidas.
Pero también podría guiar a distancia a perros hacia la yugular de algún desgraciado.
No solo eso, estamos jugando con unos animales que no nos han dado permiso para hacerlo. Durante siglos la humanidad ha utilizado a perros, gatos, burros, caballos, murciélagos e incluso delfines como armas ofensivas.
Está claro que la guerra no es algo civilizado pero quizás sea el momento de dejar de maltratar a los animales por el simple hecho de que podemos.
Personalmente creo que el bueno de Mater debería estar siguiendo una pelota de tenis y no las gónadas de un supuesto enemigo.
¿Qué os parecen estas cosas?