Análisis de Crimen – Mercenary Tales para Meta Quest 2

Uno de los shooters más divertidos que hay es Call of Juarez: Gunslinger. Aquí Techland le dio un giro a la saga, ofreciendo una campaña muy divertida donde un abuelete contaba sus aventuras increíblemente exageradas para dar lugar a niveles muy disparatados y originales. Este concepto del narrador que altera los hechos me encanta, y por eso tenía tanto interés en el juego que hoy nos ocupa. ¿Listos para luchar contra vampiros, hombres lobo, esqueletos, soldados y toda clase de rivales? Pues preparad vuestra espada, una buena jarra de cerveza, y a disfrutar del análisis de Crimen – Mercenary Tales, que llega a Meta Quest 2 y PICO 4.

¿Quién tiene la historia más loca del lugar?

En vez de contar una única trama, en Carbon Studio han querido hacer que cada nivel venga de un personaje distinto. ¿El contexto? Estamos en una taberna donde las jarras de cerveza son tan frecuentes como las grandes historias de los que por allí pasan a tomarse una copa. Así que, en cada una de las 8 fases (incluyendo tutorial y la conclusión) nos meteremos en la piel de cada “cuenta cuentos” mientras nos narra su disparatada aventura.

El tono es claramente jovial, ya que Crimen – Mercenary Tales no se toma a sí mismo muy en serio. Esto nos permite vivir una épica historia de amor donde nos enfrentaremos a todo un ejército por nuestra amada cazafortunas… Robando por el camino lo que no esté anclado para que se venga al final con nosotros claro. ¿Somos más de monstruos? Pues a cazar a una vampiresa que se ha despertado con el colmillo izquierdo del ataúd. 

Todos exageran al máximo para demostrar que son los héroes más grandes del lugar. Al ser cada “protagonista” de una región distinta, el juego consigue así una gran variedad de escenarios, al estar en un castillo alemán, un pueblo de Transilvania, una ciudad persa o unas ruinas aztecas. Es fácil echar una carcajada por los disparates que nos van contando… Pero creo que podrían haber llevado este concepto un paso más allá. 

Esto es algo que vais a leer varias veces en este análisis. ¿Esperáis cambios interesantes en el juego en base a la narración? Pues olvidaos de ello. Incluso la idea de tener a los demás héroes escuchando la historia y criticándola por lo ridícula que es sólo sirve para unos chascarrillos y ya. Igual podían haber mezclado ambientaciones por intromisiones de unos personajes, por ejemplo. Algo para que cada historia no sea tan “típica” y ofrezcan algo más allá de su simple premisa.

La evolución de Until You Fall que estábamos esperando

Pasando a la parte jugable, Crimen – Mercenary Tales nos ofrece un hack and slash de manual. Nuestro arma a la que siempre tendremos acceso será la fiel espada, por lo que todo se basa en duelos a muerte con “cuchillos”. Si los protas pueden soltar chascarrillos y bromas, también puedo meter memes en el análisis, ¿no? 

Lo importante es que las peleas no se basan en físicas, sino en mecánicas claramente inspiradas en Until You Fall. Es el mejor lugar del que partir, ya que sigo pensando que tiene los mejores combates cuerpo a cuerpo en la VR. La diferencia es que aquí no hay una fase de combate y otra de defensa. Siempre podremos ponernos a la ofensiva para apuñalar al enemigo, pero tendremos que hacer el tajo por la zona donde no se proteja.

Por contra, si nos van a atacar, más nos vale poner la espada en la posición adecuada para bloquear su ataque, pudiendo luego contraatacar para cortar unas cuantas cabezas. Es un poco como las peleas de Zelda: Skyward Sword, buscando aberturas en la defensa rival, y me gusta.

Esta es la base, pero poco a poco se van introduciendo algunos enemigos más. Los arqueros nos obligan a estar atentos a los enemigos lejanos y no sólo los que se acercan para observar nuestro acero. ¿Lo más molón? Detener su proyectil (que irá teledirigido) y luego devolvérselo de un buen golpe. Además habrá enemigos pesados, o los enemigos tendrán armaduras que debemos evitar. Es algo que funciona muy bien en VR, dando lugar a combates arcades la mar de entretenidos.

Igual nos hemos pasado un poco con las cervezas

Desgraciadamente, por muy bien que funcionen las peleas, Crimen – Mercenary Tales acaba por hacerse algo repetitivo, eso que el título dura apenas 3-4 horas. Los combates apenas evolucionan, ya que los enemigos tienen los mismos patrones de ataque, independientemente de si luchamos contra soldados normales, esqueletos, etc. Dado encima lo tremendamente fácil que es, no tardaremos en entrar en modo piloto automático. 

No hay niveles de dificultad para solucionar esto, y como sólo hay 3 tipos de enemigos, todo acaba por parecerse demasiado entre sí. Los niveles se acaban diluyendo entre sí, al no haber demasiados eventos únicos que aprovechen cada una de las ambientaciones. Ni siquiera los tipos de espadas cambian la jugabilidad, lo que de nuevo, es una oportunidad perdida.

El juego intenta añadir algo de variedad con algún puzzle híper sencillo (se cuentan con los dedos de la mano) o secciones de escalada, pero es casi lo mínimo para conectar los combates entre sí. Lo que sí funciona mejor es poder usar el entorno a nuestro favor, como un cubo para bloquear a un enemigo, jarrones para derrotar a distancia, o las armas como power-ups que saldrán volando hacia nosotros para que las cojamos con mucho estilo. 

Jefe en todo menos en diversión

Algo que no puede faltar en un hack and slash es el combatir contra jefes finales… Y aquí el juego pincha. Las peleas no llegan a ser muy interesantes, pero al menos lo intentan. No se basan en golpear muchas veces a un bicho, sino en hacer algo especial. Puede ser golpear proyectiles desde una dirección en particular, una especie de tira-soga, pero poco más. Es otro punto donde hay ideas interesantes a nivel visual o de planteamiento, pero que no terminan de cuajar del todo.

Parece que estoy siendo bastante negativo, pero quiero destacar que Crimen – Mercenary Tales me ha parecido bastante divertido. Aunque las peleas sean sencillas, me gustan las mecánicas, y ojalá se expandan en una secuela donde el estudio tenga más recursos. Más secciones únicas como cuando llevamos un cañón y no tantos combates clónicos, por favor. 

El cel-shading es el gran amor de la VR

Estamos ante otro título que usa el cel-shading para mostrarnos su mundo, y vuelvo a destacar cómo el apartado artístico hace que cualquier juego pueda entrar por los ojos. Este es el caso de Crimen – Merceary Tales, ya que consigue ofrecernos la sensación de estar dentro de un cómic occidental. Hay onomatopeyas, la luna es exageradamente gigante y al menos, en lo visual, cada capítulo es radicalmente diferente a los demás.

Eso sí, se notan las limitaciones de presupuesto que seguramente ha tenido Carbon Studio. Los modelados de los NPCs que no son los protagonistas en el bar no son para echar cohetes, sobre todo sus ojos o su pobre sincronización labial. Las animaciones son aceptables, pero choca tener a todos realizando los mismos ataques. ¿Enseñaban ese día en la academia a rivales tan variopintos?

A nivel sonoro, los actores en inglés hacen un gran trabajo para vendernos las exageradas historias que vivimos. La música también tiene un tono jovial y aventurero que encaja a la perfección con el tono del juego, si bien no llegan a ser memorables ni por un momento.

Conclusión

Crimen – Mercenary Tales me ha recordado a los juegos de acción de la era PS2 donde claramente había una idea interesante, una buena base, pero no terminaban de clavarlo. Te lo pasas bien, pero no dejas de tener la sensación de que se podía haber hecho mucho más con este concepto y/o estas mecánicas.

Esto es lo que le ha pasado a Carbon Studio con este título. Tienen una idea fantástica entre manos, y ojalá seguir expandiéndola con más historias de estos personajes u otros adicionales. Pero también tienen que pulirlo todo más. Ofrecer algo único a nivel mecánico para cada historia. Que la narración afecta a la jugabilidad. Y sobre todo, ofrecer algo más de desafío junto a más variedad en las peleas para que acaben ofreciendo el hack and slash definitivo de la VR.

Por ahora, Crimen – Mercenary Tales es un buen juego, pero que no se nos va a quedar en la memoria para nada. Vamos, como todas esas locas historias que hemos escuchado mientras nos tomábamos unas cuantas copas de más. Pero mientras tanto, vaya si nos lo vamos a pasar en grande con una jarra de cerveza en la mano y una espada en la otra.

Ficha técnica:

• Desarrollador: Carbon Studio
  
• Distribuidor: Carbon Studio
• Plataforma: Quest 2, PICO 4
• Género: Hack and slash
• Idiomas: Textos en castellano y voces en inglés
• Fecha de salida: 25/05/2023
• Precio: 14,99 €
• Intensidad: Baja (movimiento libre y teletransporte)