El sector inmobiliario es uno de los más castigados por la pandemia del COVID-19. No porque no exista una fuerte demanda, sino por la imposibilidad física de visitar las propiedades.
Aunque ya se habían dado tímidos acercamientos por parte de algunas agencias al mundo de la realidad virtual, es en estos momentos en los que soluciones creativas son más necesarias que nunca.
Algunos portales muestran visitas en 360º en algunos de sus anuncios. Pero la aparición del software inmersivo permitirá al usuario realizar una visita virtual de la propiedad.
La realidad virtual y aumentada permiten diseñar tours en los que el cliente pueda interactuar con el espacio que le rodea para conocer las posibilidades que ofrece de primera mano.
Por otro lado, estas reconstrucciones virtuales de viviendas aportan una sensación de inmersión que puede llevar al comprador a sentirse cómodo en un lugar e “imaginar su vida allí”.
Asimismo, las empresas constructoras tienen en esta tecnología, un aliado que permite mostrar ‘experiencias vitales’ en lugar de los corrientes planos en papel. Los futuros clientes también podrán personalizar sus futuras viviendas con ayuda de la realidad extendida.
El sector inmobiliario vivió una auténtica revolución con la llegada de internet y las inmobiliarias on-line. No parece descabellado pensar que estamos a las puertas de una segunda revolución, que dejará muy lejos aquellas fotos colgadas en los escaparates.
Solo hay un pero. Los visores de VR aún no están lo suficientemente extendidos.
De cualquier modo, la aparición de visores como Oculus Quest hace ya un año o las futuras Apple Glass auguran un futuro prometedor a la realidad virtual y extendida en el sector inmobiliario.
¿Comprarías una casa viéndola solo virtualmente? ¿Has visitado alguna? ¿Qué te parece esta solución?