Cuando en junio pasado el estudio de animación inmersiva Baobab Studios presentó su próximo proyecto llamado Baba Yaga y anunció que estaría protagonizado por la mismísima Daisy Ridley (Star Wars) la boca se nos hizo agua.
En este corto animado de realidad virtual cargado de magia, amor y aventuras, podríamos acompañar a su protagonista Magda de 10 años (interpretada por Ridley), en una oscura misión para localizar al misterioso Baba Yaga y así poder curar a nuestra madre enferma.
“Me encanta interpretar a Magda, porque es valiente, vulnerable y ferozmente protectora de su familia, todo al mismo tiempo. La idea de que el espectador pueda interactuar genuinamente con mi personaje en este mundo mágico y ayudar a dirigir el curso de la narrativa es tan asombrosa” – Dasiy Ridley.
Pues bueno, resulta que anteayer el estudio volvió a dar la campanada con otro anuncio increíble. A la buena de Daisy se le unirán, ¡ojocuidao!, las ganadoras de un Oscar, Glenn Close, Jennifer Hudson y Kate Winslet.
No existen demasiados cortometrajes en VR con semejante reparto, de hecho, si se tratase de una película al uso ya sería un casting espectacular.
No han sido pocos los problemas de producción de este cortometraje, entre ellos, el celebérrimo COVID-19 y su pandemia correspondiente. A pesar de ello Eric Darnell y su equipo consiguieron sacar el proyecto adelante.
“Las cuatro actrices estuvieron a la altura de esta ocasión con tremenda energía y pasión en la creación de sus personajes y estoy orgulloso de lo que logramos juntos.” – Eric Darnell, director y cofundador del estudio.
Boabab Studios tiene en su poder 6 premios Emmy y es la responsable de otras películas en realidad virtual como Crow: The Legend, Asteroids! y Bonfire.
Baba Yaga se estrenará mundialmente del 2 al 12 de septiembre en el Festival Internacional de Cine de Venecia 2020.
Posteriormente será lanzada en exclusiva para Oculus Quest.
Aunque no somos muy fanáticos de los exclusivos, hay que reconocer que esta es una buena razón para hacerse con unas Quest.
Las salas de cine ahora cuelgan de nuestras cabezas. Al menos podemos seguir comiendo palomitas.
