Los juegos de balanceo son de los más típicos dentro de los plataformas de Realidad Virtual. Al fin y al cabo, ¿quién no ha querido sentirse como Spider-Man? Entre las propuestas más conocidas, de vez en cuando hay alguna independiente que logra captar la atención. Más modesta que otras, pero con un girito para que logren destacar. Este es el caso de STRAYLIGHT, que tras un largo período en Early Access, finalmente ha llegado a todas las plataformas. ¿Su objetivo? Hacernos balancearnos por el espacio en niveles cada vez más desafiantes. Preparad vuestros lanza-rayos, que comienza el análisis de STRAYLIGHT para Meta Quest 2.
Calla, voz de mi cabeza
Si esperáis una gran historia en STRAYLIGHT, será mejor que busquéis otros títulos. No tenemos un motivo claro para balancearnos en estos espacios oníricos que parecen salidos de los reproductores de sonido del año 2000. Hay una voz que nos habla en cada fase para reírse de nosotros (en perfecto inglés, cómo no), pero nada más. De hecho, este “narrador” termina por ser un poco cansino, dando ganas de mandarlo a paseo para centrarnos en el balanceo y el musicote que nos ofrece el título.
Los checkpoints más escurridizos de la historia
Nuestro objetivo en cada nivel de STRAYLIGHT será llegar a la meta, pasando antes por todos los puntos de control. La mayoría de fases son totalmente lineales, con que es inevitable pasar por esos checkpoints para llegar al final. En ocasiones, el diseño de los escenarios se abre, ofreciendo varias rutas que se cruzan para ir a por los portales en el orden que nosotros prefiramos.
En cualquier caso, la gracia está en cómo nos movemos por los escenarios. No podemos andar ni saltar como tal, teniendo sólo nuestros “ganchos” para desplazarnos. Como si fuéramos Spider-Man, nos engancharemos en ciertos puntos del entorno. Hasta aquí lo habitual visto en otros juegos como Yupitergrad o Windlands, pero hay un girito. Al conectar con esos orbes flotantes, nos moveremos en línea recta hacia ellos. Nada de crear un ángulo para un balanceo, sino que tenemos que gestionar la velocidad y ángulo con el que vamos hacia estos puntos de apoyo.
Si movemos los mandos al conectarnos, entonces aumentará la velocidad. Todo empieza relativamente sencillo, habiendo tantos nodos para engancharnos como necesitemos. Sin embargo, STRAYLIGHT no tardará en espaciar estos orbes, para que así tengamos que aprovechar nuestra velocidad para dar grandes saltos. Eso sin olvidarnos de los obstáculos que habrá en el camino, primero estáticos y luego móviles, notando la creciendo dificultad de una fase a otra.
Un balanceo fácil de iniciar, pero difícil de dominar
La curva de aprendizaje es bastante buena, para que poco a poco nos convirtamos en verdaderos lanza-telarañas. Inicialmente, con completar un nivel será suficiente para calmar nuestras ansias. Nos costará más o menos, pero estaremos satisfechos. Luego, estará el reto adicional de conseguir los cubos amarillos, colocados en posiciones más desafiantes donde dominar a la perfección la aceleración, el freno y los saltos de un nodo a otro. ¿Queremos demostrar que somos los mejores? Entonces a intentar hacerlo todo a máxima velocidad para subir en las tablas de clasificación.
En este sentido, STRAYLIGHT es un título de lo más rejugable, lo que sirve para combatir uno de sus principales defectos: la falta general de contenido. Contamos con 11 niveles de base, a cada cual más desafiante. Los últimos son una verdadera locura, con saltos de decenas de metros donde se necesita una precisión milimétrica. Después tenemos otras 11 fases más complicadas todavía. Alguna puede durarnos 5 minutos o mucho más si se nos atraganta… Pero no dejan de ser 22 niveles.
Tenemos también el Modo Zen para jugar sin obstáculos, ideal para familiarizarnos con el diseño de los niveles o sencillamente, las mecánicas. Si notáis que os matan mucho los “asteroides” rojos o sencillamente sentís que ganáis de pura chiripa, aquí es donde debéis pasar más tiempo.
Si os preocupa el tema del confort al movernos a tanta velocidad, STRAYLIGHT hace un buen trabajo (por lo que comentan, ya que no tengo nunca el problema de los mareos) pese a no tener opciones como tal. No podemos modificar el giro con el stick, por lo que está todo fijado a 45º, o mejor aún, girando nosotros físicamente. Por eso, lo ideal es jugar en un visor sin cables o donde podamos girar, como en Meta Quest 2, o al menos, Rift S o casi cualquier casco de PCVR.
Minimalismo en su máxima expresión
Al igual que en el contenido se nota que STRAYLIGHT es una obra limitada, lo mismo ocurre en la parte visual. Todo está hecho de formas abstractas, que como decía antes, recuerdan mucho a los reproductores de inicios de los 2000. Resulta llamativo en VR gracias a la buena calidad de imagen, pero no se nos va a quedar grabado en el cerebro como otros títulos. Vamos, minimalismo en su máxima expresión.
El sonido sí sale mejor parado. La banda sonora de estilo synth compuesta por Rob Kovacs es genial. Nos animará a seguir intentándolo una y otra vez, ya que cada temazo nos hará sentir que podemos superar cualquier reto que nos pongan por delante. Tener un reinicio tan automático ayuda a esa sensación, eso está claro.
Conclusión
STRAYLIGHT logra crear su propia identidad dentro de los juegos de balanceos para VR. Su mecánica es única, y al sumarse con el genial diseño de niveles, se logran ofrecer desafíos sencillamente increíbles. En ellos vamos a morir mucho, tenedlo claro, pero cuando al fin nos movemos a toda pastilla mientras damos grandes saltos y esquivamos peligros mortales por segundo, la sensación no podía ser mejor.
¿El problema? Estamos ante más una demo técnica que un juego completo. Una prueba de concepto muy buena de lo que se puede conseguir con estas mecánicas, pero no mucho más. Si sois conscientes de esto, os lo vais a pasar en grande. Me recuerda a lo ocurrido con Windlands: una primera entrega más limitada, antes de ofrecernos una secuela que sí parece un juego completo. Espero que ocurra lo mismo con el equipo de Dr Bloc, ya que STRAYLIGHT es otra muestra de lo mucho que se puede hacer “sólo” con el balanceo en Realidad Virtual.
Ficha técnica:
- Desarrollador: Dr Bloc
- Plataforma: Quest 2, PCVR, PSVR (no disponible en Europa)
- Género: Plataformas
- Idiomas: Textos y voces en Inglés
- Fecha de salida 31/01/23
- Precio: 19,99 €
Justo estaba pensando en Yupiter y Windlands segun iba leyendo el análisis (despues ya los has mencionado tú tb), a mi me gusta q haya historia, no solo “la experiencia” como tal pq se hace repetitiva si no hay hisotria (mi gusto ojo), 20 asi es un poco caro por lo q ofrece, cuando esté en oferta (graficamente simple pero parece q cumple), buen análisis, GRACIAS!
feliz navidad
Para eso estamos! Y sí, el juego está bien, pero también me ha parecido caro. Windlands y Yupitegrad me parecen mejores a nivel en general. Mañana a ver si me da tiempo a sacar la review de Windlands 2 en Quest 2… Estamos que no paramos con los balanceos 😀
Mareo seguro en cero coma, como si lo estuviese viendo!!! LOL!! Aunq no contase para la nota molaría una casilla en la zona de la puntuacion o valoración final donde diga si marea o no aunk tuú dices q no te pareas con nada (k suerte!!) o al menos ese nivel “de mareo o intensidad” q pone oculus en su web, éste seguro k no es de los trankis, glub!
FELIZ NAVIDAD :))))))
Curiosamente, este juego todo el mundo asegura que no les ha mareado. Igual es la simplicidad de las formas, que reduce el posible mareo, o que para acelerar tienes que mover los brazos, y con eso el cerebro se queda tranquilo. Sea el motivo que sea, parece que pese a lo intenso que parece, los mareos no son un problema
Nos apuntamos la sugerencia para igual ponerla en la Ficha Técnica del final 😀
Marreooo, jajaja, como dices abajo debe haber ciestas tecinicas, a mi los giros libres me matan, pero en RedMatter con giros libres pero rápidos lo pude juagr, no sé, yo creo q hay varios modeos de hacerlos, igual este tiene la tecla para este tipo de juegos (sí carete), esperando esa review de Windland-II!!
feliz navidad