La saga Horizon es uno de los grandes éxitos de Sony de los últimos años. Una nueva franquicia con un potencial increíble, que parte de la premisa más sencilla posible: luchar contra dino-bots con un arco. Así hemos conocido a la gran Aloy, que se ha unido al panteón de protagonistas de PlayStation. Cómo no, para el estreno de PS VR2, la saga tenía que hacer acto de presencia. Gracias a la colaboración entre Guerrilla y Firesprite (autores del genial The Persistence), tenemos ante nosotros este spin-off que pretende mostrar las bondades del visor de PS5 y de lo que son capaces los AAA diseñados desde cero para la VR. Echaos tiza en las manos para escalar y preparad las flechas en el carcaj, que comenzamos el análisis de Horizon Call of the Mountain para PS VR2.
En busca del hermano perdido
A nivel argumental, se nota que desde Sony asumen que ya hemos jugado, como mínimo, a Horizon: Zero Dawn. No esperéis ninguna introducción a este magnífico universo, sus diferentes tribus, el origen de las máquinas ni nada. En su lugar, han optado por crear una historia independiente que tiene lugar entre los dos capítulos principales. En el papel de Ryas, un antiguo Carja Sombrío que se esta pudriendo en la cárcel, tendremos que buscar a nuestro hermano.
Estaba siguiendo una pista sobre el repentino ataque de las máquinas a un asentamiento en la montaña, pero dadas sus dotes de escalada, nadie ha podido seguirle para descubrir qué le ha pasado o qué ha descubierto. Nosotros somos los únicos que tenemos las habilidades para seguirle, con que nos darán un indulto si conseguimos salvarlo.
El argumento como tal es increíblemente básico. Tira demasiado de exposición en vez de mostrarnos los hechos, de modo que cuesta conectar a nivel emocional con lo que está pasando. Sí, Ryas nos habla mucho de su hermano, pero para nosotros no es más que un McGuffin a encontrar. Incluso cuando lo conozcamos nos quedaremos con cara de “pues vale”. Lo mismo con las fuerzas del mal que están haciendo todo esto. Mola ver a Aloy a modo de cameo, y notar las ramificaciones de los hechos del final de Horizon: Zero Dawn… Pero la trama de Horizon Call of the Mountain no impresiona lo más mínimo. Sirve como excusa para ir de un escenario a otro, y poco más, siendo una oportunidad perdida de desarrollar todavía más este magnífico universo.
¿Alguien tiene un arnés de sobra?
En el salto a PS VR2, la saga Horizon abandona por completo el mundo abierto, para en su lugar apostar por niveles cerrados mucho más lineales. De paso, se abandona casi cualquier atisbo de RPG, para tener una aventura de acción en primera persona. Eso sí, manteniendo varias de las señas de identidad de la saga intactas, como hogueras para los viajes rápido con los que volver a la base central y otros detallitos más.
Los tres nuevos pilares de Horizon Call of the Mountain son el combate contra los dino-bots, la exploración de los escenarios y la escalada. Mucha, pero que mucha escalada. Sin exagerar, el 80-90% del tiempo vamos a estar escalando, como si esto fuera The Climb. No me quejo, ya que me encanta la saga de Crytek, pero si esperabáis más combate, entonces os sentiréis algo decepcionados.
Las sensaciones al subir las superficies son bastante buenas, sobre todo si usamos los gatillos en vez del grip para agarrar. Los gatillos ofrecen algo de resistencia en función de la superficie donde nos agarramos, para hacer todo más físico. Sentiremos vértigo cuando estemos al filo de la montaña o sobre un acantilado. Imposible no pensar en el “no mires abajo”, como si realmente estuviéramos en la piel de Ryas.
La escalada empieza relativamente tranquila, pero poco a poco irá subiendo la intensidad al pegar brincos donde nos agarramos a cámara lenta a los salientes, nos balanceamos sobre precipicios a cientos de metros de altura o usamos los piolets para subir por superficies rocosas. Los artilugios animan un poco la exploración a medida que progresamos en la aventura, siendo muy satisfactorio el construirlos nosotros mismos… Menos mal que hacemos bien las lazadas, o ese gancho no sostendría ni a una mosca.
Pese a que funciona, la escalada se me ha quedado corta y hasta resultado anodina. De nuevo, volviendo a The Climb, donde literalmente sólo escalamos, el juego resulta más variado y el diseño de niveles más potente. En Horizon Call of the Mountain todo es, sencillamente, extremadamente sencillo. No hay desafío alguno, ya que los saltos sólo ocurren en lugares concretos (y nada de saltar entre salientes), los artilugios funcionan de una manera demasiado automática, y todo resulta quizá demasiado estático. Retos como los de los Calderos de Horizon Zero Dawn/Forbbiden West, donde el escenario se va moviendo, habría ayudado a aportar dinamismo y variedad.
Otro problema que corta el ritmo es el inventario radial. En vez de tener todos los aparejes de escalada sobre nuestro cuerpo digital, únicamente tenemos un acceso rápido desde nuestros hombros. Muchas veces, el juego sabe qué debemos sacar, pero al estar en tierra firma, no. Así que nos tocará detenernos, abrir el inventario y mantener pulsado el gatillo para agarrar el objeto en cuestión. Un sistema más rápido, como el inventario a lo Half-Life: Alyx, habría ayudado para no detener el ritmo ni un momento.
Dejando nuestra huella por el mundo
Si bien Horizon Call of the Mountain es un juego claramente lineal, también podemos explorar sus entornos en busca de secretos. No será raro toparnos con rutas ocultas donde hay coleccionables que luego podremos volver a ver en la base, y con los que se profundiza algo más en el lore del universo. También hay objetivos a los que acertar con nuestro arco, muy bien ocultos para que estamos siempre atentos. Eso sin olvidarnos de zonas donde ponernos a pintar o apilar rocas, dejando así nuestra marca como exploradores.
En la propia base podemos hablar con los personajes secundarios, usando un sistema de diálogo sencillo, pero que recuerda al de los Horizon principales. No suelen ser conversaciones memorables, pero al menos, dan más empaque a lo que está ocurriendo.
Lo mejor es, desde luego, lo interactivo que es el escenario. Podremos toquetearlo casi todo. ¿Vemos unas maracas y una pandereta? Pues a abandonar nuestra vida de escalador para ser un hombre-orquesta. Las físicas de los objetos están muy conseguidas, notando el peso al coger una maza con la que golpear un gong, moviendo un barril, etc. Es muy habitual toparnos con muchos de estos elementos interactivos entre zonas de escalada, y aunque como tal no aportan nada a nivel mecánico, sí logran aumentar la inmersión, como si realmente formáramos parte de este gran mundo.
Sal maquinita, que quiero clavarte la flechita
El último pilar que nos queda por comentar es el combate, que para sorpresa de nadie, es lo más intenso y espectacular que nos ofrece Horizon Call of the Mountain. Inicialmente es fácil sentirse un poco decepcionado, ya que no tenemos libertad completa para pelear. Cuando llegamos a una arena de combate, Ryas se moverá por un camino prefijado, pudiendo sólo desplazarnos de manera horizontal. Sin duda, otro ejemplo de cómo Sony ha querido hacer el juego lo más accesible posible.
Pese a esto, las peleas son de lo más divertidas. Realizar esquivas cuando nos disparan o vemos cómo una máquina se abalanza hacia nosotros es increíblemente emocionante. Incluso los Vigías, las criaturas más “pequeñas”, imponen muchísimo gracias a la Realidad Virtual. Ya ni digamos de los gigantescos Atronador o Avempestad, protagonizando ambos los momentos más épicos de toda la aventura.
Los conceptos básicos del combate de la entrega principal se mantienen, por lo que podemos ir quitando piezas a las máquinas con nuestros ataques, reduciendo sus capacidades ofensivas o abriendo aperturas en su defensa para causar un mayor daño. A nuestra disposición tendremos varios tipos de flechas, las cuales tendremos que fabricar nosotros mismos. Así podremos causar efectos elementales, como congelar al rival con nuestra honda para luego causar estragos con el arco.
Hablando del arco, se usa de maravilla. Las sensaciones con los mandos son estupendas, gracias a la vibración que ofrecen para que parezca más poderoso de lo que realmente es. No es tan exagerado el efecto que produce como en Song in the Smoke Rekindled, pero sigue siendo muy satisfactorio. También ayuda la obvia ayuda al apuntado, para que no fallemos tantos disparos como si dependiéramos sólo de nuestra puntería. Así es más fácil sentirnos todo un Legolas, sacando flechas de nuestro carcaj para acabar con los oponentes.
Es una lástima que no podamos repetir los combates de manera directa, ya que los encuentros de Horizon Call of the Mountain son todo un espectáculo. Al menos, sí contamos con varios minijuegos en la base o en el menú principal para poner a prueba nuestra habilidad con el arco.
Una aventura apta para todos los públicos
Antes mencionaba cómo estamos ante un juego que se ha hecho pensado para novatos en la VR, y esto se traduce en múltiples opciones de confort. Además de las típicas opciones del giro suave o por grados y la viñeta, contamos con dos esquemas de control. Uno nos permite desplazarnos haciendo el movimiento de andar, lo que debería ayudar a nuestro cerebro al acompañar al movimiento virtual con el físico. Es un esquema que funciona, pero que igual hace más engorroso el realizar esquivas en los combates.
Personalmente, he optado por el movimiento y giro usando el stick, que para algo tengo ya buenas piernas virtuales. Lo importante es que las opciones son bastante exhaustivas, e incluso cuando nos balanceamos, nunca lleva a haber un movimiento exagerado que pueda provocar mareos. El diseño lineal ayuda a que no tengamos que girar constantemente, al igual que nuestra lenta velocidad de desplazamiento. Por tanto, en las 8 horas que nos dura el título no habrá problemas para que cualquier usuario llegue al final… Con alguna que otra pausa, que tanta altura no es buena para el cerebro.
Todo un espectáculo para los sentidos
Un aspecto donde es imposible ponerle pegas a Horizon Call of the Mountain es en su apartado visual. Estamos ante un AAA de los grandes, ofreciéndonos todo un despliegue audiovisual al que no estamos acostumbrados en Realidad Virtual. Para empezar, tanto escenarios como personajes tienen un nivel de detalle absurdamente alto. Los dos viajes en barca nos dejarán con la boca abierta, sirviendo como una demo técnica sencillamente brillante. El mimo con el que se han recreado los dino-bots respecto a las entregas en plano es asombroso, al igual que el arte y la arquitectura de las facciones con las que nos toparemos.
La iluminación también resulta increíble. Gracias al HDR todos los colores brillan al máximo, y eso incluye el Sol. Nos llegará a cegar, siendo habitual taparnos con la mano… ¡y veremos cómo ésta se ilumina ligeramente como ocurriría en la vida real! Los escenarios son magníficos, ofreciendo unas vistas apabullantes, que ayudan a crear mejor esa sensación de vértigo que antes mencionaba.
Es cierto que se usa la técnica de reproyección para pasar de 60 a 120 FPS. Esto hace que todo vaya muy fluido, pero es posible notar cierto “ghosting”… Si lo buscamos. La verdad, a mí no me ha molestado lo más mínimo, por lo que se ha hecho relativamente bien para que, cuando estemos en faena, nos dejemos llevar por todo lo que ocurre en pantalla.
El sonido también es para aplaudir. Contamos con un estupendo doblaje al castellano, como es habitual en los juegos de Sony. Los personajes conocidos de otras entregas mantienen a sus actores de voz, ofreciendo siempre una gran sincronización labial para que la inmersión no se rompa. La música también está a un altísimo nivel, aunque sin temas tan memorables como los de los juegos en plano.
La guinda del pastel para mantenernos dentro de este universo es la vibración del visor. Cuando haya una gran explosión o una gigantesca criatura vuele sobre nuestras cabezas, notaremos el casco vibrar. Es un detallito “menor”, pero que ayuda a sentirnos parte del universo de Horizon.
Conclusión
Estamos ante una muestra de cómo pueden ser los grandes AAA exclusivos de PS VR2 de la mano de Sony. Ya en PSVR disfrutamos de auténticos juegazos, y esta tendencia se mantendrá casi seguro en este nuevo visor. Horizon Call of the Mountain es, sencillamente, la mejor puerta de entrada a PS VR2. Un despliegue audiovisual como pocos tenemos en VR, unos combates muy intensos y un diseño perfecto para novatos en la VR.
Si somos ya más veteranos, nos lo seguiremos pasando en grande, pero sí hay ciertos detalles que no nos sorprenderán tanto. La escalada, por ejemplo, resulta divertida, pero podría haber evolucionado más u ofrecernos un mayor reto a lo largo de la aventura. Lo mismo con la exploración, para que no todo sea tan lineal, o incluso en las peleas, dándonos más libertad en las arenas de lucha. Junto a otros defectos, como el más que mejorable sistema de inventario o su poco atractiva historia.
Aun así, Horizon Call of the Mountain es de esos títulos que hay que tener. Una muestra ideal de lo que puede hacer PS VR2 en el apartado técnico, con los mandos y el mismo visor. ¿Mejorable? Por supuesto, pero también disfrutable, sobre todo si ya éramos fans de la saga Horizon.
Ficha técnica:
- Desarrollador: Guerrilla y FireSprite
- Distribuidor: Sony
- Plataforma: PS VR2
- Género: Escalada
- Idiomas: Textos y voces en castellano
- Fecha de salida 22/02/23
- Precio: 69,99 €
- Intensidad: Baja
Lo noto, según esta review y otras, q no han arriesgado y se han quedado en simplemente cumplir, es buen resultado pero realmente cuesta esos 80 o es más realista un precio de 30-40? Saludos!!
Feliz NAVIDAD
Aunk parece q no han arriesgado mucho pues tiene una pintaza, es un MUST-HAVE en toda regla. Xo krete meterse en 1200-1250 para poder jugarlo, toka ahorrar!
FELIZ NAVIDAD quest2
Chulada de juego, un poco repetitivo en escaladas ad+ de corto pero juegazo!!
Feliz NAVIDAD (quest2)
Magnífica análisis, llevo de información, se agradece, uno de los indispensables de la vr sin duda!! Saludos
Feliz Navidad quest2
Me flipa, a ver si me ajunto a algún insensato q se pille la psvr2 y lo puedo catar!! Hahahaha!!
feliz Navidad
Me lo pase en grande jugandolo, es verdad que es bastante lineal y predecible, pero las situaciones de mirar el horizonte, las cascadas y paisajes mientras estas escalando me parece un espectáculo. Feliz navidad psvr 2