Análisis de C-Smash VRS para PS VR2

La época de las recreativas y el inicio de las 3D es maravillosa. Los estudios experimentaban a más no poder, y ofrecían toda clase de juegos. ¿El objetivo de muchos de ellos? Engancharnos con una mecánica o estética única. Sobre todo en los arcades, donde había que conseguir tantas monedas como fuera posible. En este sentido, SEGA fue la mejor, y aunque Dreamcast fracasara a nivel de ventas, nos dejó auténticos juegazos. Uno de ellos fue Cosmic Smash, el cual vuelve completamente renovado gracias a RapidEyeMovers y Wolf & Wood. Preparad la raqueta y subid la música al máximo, que comienza el análisis de C-Smash VRS en exclusiva para PS VR2.

La versión moderna del Arkanoid y el pádel

A la hora de jugar, tenemos dos opciones: el modo Journey para jugar solos, o 4 modos para el multijugador online. En el primer caso, es una especie de Arkanoid, pero en vez de devolver la pelota con una barra, lo hacemos con nuestra raqueta. Vamos, una mezcla de tenis/pádel/frontón con el Arkanoid, que es justo como se jugaba a Cosmic Smash en Dreamcast hace ya tantos años.

En vez de estar ante una serie de niveles prefijados, C-Smash VRS nos permite elegir forjar nuestro camino. Que el “Journey” sea nuestro, pudiendo elegir entre niveles más sencillos o difíciles. Nuestra meta siempre será orbitar alrededor de los diferentes planetas, y completar cada nivel dentro del límite de tiempo. Cuanto más rápido, más puntuación. Lo típico en los juegos arcade de antaño.

Si preferimos jugar de manera más tranquila o ir cogiendo experiencia, podemos entrar en la dificultad “Zen”, donde al fracasar, podemos reintentar la fase. Si nos sentimos con confianza, tenemos el modo Arcade clásico, donde un fallo será como quedarnos sin monedas en la recreativa de turno, así que nos tocará volver a empezar. He intentado un par de veces este segundo modo, y he acabado huyendo con la raqueta entre las piernas de lo malo que soy. Aun así, quería volver a intentarlo una vez más, ya que la jugabilidad de C-Smash VRS es increíble, clavando esa sensación y satisfacción de los arcades de antaño.

Nada más satisfactorio que un buen remate

En un juego deportivo, y más en VR, es esencial clavar las mecánicas. Que realmente sea divertido golpear la pelota en este caso, y aquí los desarrolladores se han lucido. Entre la vibración de los mandos y el sonido, que parece salido de Virtua Tennis, es imposible no sentir una inyección de pura serotonina en nuestro cerebro. Cuando empecemos un juego, tendremos que atraer la pelota, como si tuviéramos la Fuerza de un Jedi, notando cierta fuerza con el gatillo. Otro detallito para que, al empezar, ya notemos esa calidad jugable.

Romper los bloques es igual de satisfactorio. Habrá de varios tipos y tamaños, para que la pelota rebote, los atraviese, desactiven muros durante unos segundos, creen una onda de choque para romper más piezas, etc. Todo es muy visual y claro, para que rápidamente prioricemos en nuestra mente los objetivos… Otra cosa es luego atinar, que para eso se necesita ser un buen Rafa Nadal.

Tras unos cuantos aciertos, incluso podremos activar un súper golpe (que varía a lo largo de la “campaña”), notando la vibración y la fuerza de los gatillos mientras nuestra raqueta se pone al rojo vivo. Lo dicho, C-Smash VRS es una master class de diseño para que las acciones más simples sean divertidas y satisfactorias al empezar a jugar como horas más tarde. Imposible cansarse cuando algo funciona tan rematadamente bien. Gracias a la inmensa variedad de niveles, con sus picos de dificultad incluidos (típicos de los arcades), es fácil tirarse unas buenas sesiones sin que nos hayamos dado cuenta del tiempo transcurrido.

Toda una experiencia audiovisual

Ver cómo vamos avanzando en nuestro viaje, no sólo como jugadores al ir mejorando nuestra técnica poco a poco, sino viendo nuevos planetas desde las ventanas de la pista de juego, es toda una experiencia. De hecho, C-Smash VRS es toda una experiencia sensorial. Notaremos una vibración en el visor al movernos entre el menú o cada una de las estancias, mientras que un montón de luces y efectos nos dejan con la boca abierta. El arte minimalista, con gráficos más suaves pero del estilo del original, funciona increíblemente bien en VR. Todos los detalles añadidos, como los “trabajadores” actuando de DJs, viendo el espectáculo de nuestros partidos o pegando brincos, ya sea mientras jugamos o en los menús, le da todavía más personalidad al título.

¿El toque definitivo? La música. La banda sonora compuesta por Ken Ishii y Danalogue es increíble. Me recuerda a lo conseguido por Enhance en el brillante REZ Infinite o Tetris Effect. La jugabilidad, los efectos visuales tan conseguidos y la música nos trasladan a la gloriosa época de los arcades, además de animarnos a darlo todo. Superar nuestros límites porque, con este musicote, imposible venirse abajo incluso tras perder por enésima vez un partido o fracasar en una fase.

Tenis accesible sin importar el tamaño de nuestra cancha

Otro de los aciertos de C-Smash VRS es que no se requiere mucho espacio para jugar. Aunque la pista de juego es relativamente ancha, nos podemos desplazar horizontalmente con el stick, ya sea usando movimiento libre o con teletransporte. Hasta nos podemos agachar de manera virtual o activar los blinders, de manera que cualquier usuario, sin importar nuestra experiencia con la VR, puede jugar sin sentir mareo alguno.

Esto también solventa el tema del espacio de nuestra zona de juego. Yo estoy en mi habitación donde apenas puedo moverme horizontalmente, con cuidado de no arrear al armario como me motive mucho. Aun así, he podido jugar sin problemas, al estar “quieto”. Obviamente, si contamos con una sala más grande, podemos jugar de una manera más inmersiva, al andar físicamente. En cualquier caso, es difícil encontrar impedimentos para disfrutar, siendo todo tan directo e intuitivo como en los juegos de antaño.

El tenis, mejor con amigos

Jugando en solitario nos lo vamos a pasar en grande, pero donde C-Smash VRS brilla todavía más es en su brillante multijugador. Tenemos 4 modos de juego oficiales, además del extra-oficial de baile… ¡Imposible no mover el esqueleto junto a nuestro rival entre la música y los avatares de cuerpo completo! 

En el modo principal, “Head to Head” (y el que estaba en la demo) nuestro objetivo será romper más paneles que el rival, que están detrás del oponente, así que actuamos como porteros y delanteros a la vez. “Firewall” es una variante, al tener que ir marcando más zonas que el rival, o ganando si rellenamos la pared entera. Si lo nuestro es arrear al rival, entonces “Body Shot” será para nosotros, reduciendo el ancho de la pista para ser nosotros el objetivo. Finalmente, en “Quick Shot” debemos atinar rápido a los bloques, que irán creciendo, pero entonces nos darán menos puntos. 

Ofrecen bastante variedad pese a que “sólo” estaremos golpeando a una pelotita, y lo más importante, los piques online son fabulosos. La conexión funciona bastante bien, ya que no he experimentado el lag que sí noté en los primeros compases de la demo. ¿El problema? No podemos practicar en estos modos con bots, y por ahora cuesta encontrar partida.

Es cierto que, mientras se está activando el matchmaking, podemos calentar con una pequeña variante del modo principal. Esto viene bien, pero no quita que a veces nos podremos tirar bastante tiempo. Creo que C-Smash VRS puede ser fácilmente el mejor juego multijugador de PS VR2. Ahora que ya el medio está más consolidado, justo lo que quería ser el fantástico Sparc… Pero hacen falta más usuarios. Espero que vayan llegando, ya que la demo en ese sentido fue un éxito, y es a grandes rasgos la principal pega que le puedo poner a este brillante online.

Bueno, quizá también se eche en falta algo de progresión a nivel de rangos, skins o similar. Personalmente, no me hacían falta, ya que creo que no encajarían tan bien con la filosofía tan arcade del juego, pero sé que a mucha gente le gusta tener este incentivo adicional a la hora de jugar.

Por ahora, el estudio va a seguir ampliando el contenido del juego, con que igual llegará más adelante. Pronto llegará el modo cooperativo, además del Infinito o un reproductor para disfrutar aún más de la música. Ojalá con este apoyo y el boca a boca, más gente empiece a disfrutar de este juegazo.

Conclusión

El espíritu de la SEGA más arcade ha regresado en PS VR2 gracias a C-Smash VRS. Las sensaciones a la hora de golpear la pelota son increíbles, y es un auténtico vicio hacer una fase tras otra. El multijugador es brillante, adictivo y tremendamente bien diseñado. Como experiencia audiovisual estamos ante todo un espectáculo, abrazando lo minimalista pero dándole un estilo único que entra por los ojos, el tacto y el oído. 

Si buscáis una gran experiencia narrativa o de muchas horas, aquí no la vais a encontrar. Pero si queréis revivir la época dorada del videojuego, antes de grandes complicaciones, donde la única preocupación era quedarnos sin una moneda extra para seguir jugando, entonces C-Smash VRS se convertirá en vuestro juego favorito.

Ficha técnica:

• Desarrollador: Wolf & Wood, RapidEyeMovers
  
• Distribuidor: RapidEyeMovers
• Plataforma: PS VR2
• Género: Arcade, deportes
• Idiomas: Textos en inglés
• Fecha de salida: 23/06/2023
• Precio: 28,99 €
• Intensidad: Baja