Desde Distrito XR os traemos el análisis de Sweet Surrender para Oculus, un shooter tipo “roguelike” desarrollado por Salmi Games.
¿Y qué quiere decir Roguelike?
Roguelike proviene de un juego creado en 1980 llamado Rogue que consistía en avanzar hasta donde pudiéramos antes de morir, explorando habitaciones. En ese momento, dicho juego era muy básico, pero la premisa era esa, avanzar sin morir. Cada vez que moríamos empezábamos desde el principio, y cada partida era diferente.
Pues esta es la dinámica de nuestro juego Sweet Surrender, iremos explorando salas y cada vez será diferente. Nunca sabremos lo que nos encontraremos, y tendremos que avanzar y sobrevivir hasta llegar a la cima de la torre. Pero ojo, el juego nunca termina, porque llegar hasta la cima solo es una excusa para volver a empezar con partidas diferentes. ¡Disfruta del camino!
Modos de juego de Sweet Surrender
Desde el menú principal tenemos la opción de hacer un tutorial, jugar modo aventura o a carrera diaria. Además a nuestra derecha tendremos un recuadro de puntuación mundial. ¿Nos pondremos los primeros?
El tutorial es muy completo y gracias a él conoceremos la forma de movernos y de usar nuestras armas.
Una vez realizado el tutorial tendremos las dos opciones de juego. El modo de aventura será una lucha por superarnos a nosotros mismos, en cambio la carrera diaria será para superar a otros jugadores.
¿Cómo se juega?
Aparecemos en nuestra base, una habitación muy amplia con un arma y una diana por si queremos mejorar puntería. En las estanterías de nuestra base tendremos, en forma de holograma, los tipos de enemigos que hay, los enemigos son diferentes robots cada uno con sus propias armas. Y en una pared las armas. Para empezar a jugar nos vamos hacia el ascensor y comenzamos.
Empezamos el juego con una pistola, la idea es ir recorriendo el mapa en busca de la salida, y por el camino encontraremos enemigos que debemos destruir. Si entramos en una habitación tenemos que limpiarla, no podremos irnos de nuevo si hay enemigos vivos.
Para matar es simple, coge el arma y dispara, la recarga es bajando el arma con un simple movimiento.
Conforme avancemos iremos encontrando robots que tienen diferentes tipos de armas, y ojo porque podremos cogerlas. Esta es una forma de mejorar armas, la otra es con las cajas que nos iremos encontrando. A veces encontramos un baúl grande que se abre al acercarnos y nos ofrece cositas “molonas”, entre esas cosas armas mucho más avanzadas.
¿Qué otras cosas puede ofrecernos los baúles?
Será una sorpresa lo que nos encontremos allí, pero pueden ofrecernos mejores armas de todo tipo, bombas, y unos chips.
¿Y qué son estos chips? ¡Mejoras! Cada chip sirve para algo, ya sea aumentar el daño de la bala, mejorar dureza, balas blindadas, etc. Si nos miramos las manos vemos que hay dos huecos por cada mano, ahí van colocados los chips, solo podremos llevar cuatro en total.
También nos podemos encontrar otros objetos a medida que avanzamos, hay unos viales verdes que curan salud y salen de una máquina que está en las paredes con el típico signo de botiquín.
Nos daremos cuenta de que vamos encontrando engranajes por el camino, no los dejes pasar, porque hay una habitación en la que podemos comprar objetos. A veces encontramos bombas, chips, salud… Y todas tienen un precio diferente, así que busca engranajes por todos lados que a veces están escondidos.
El tubo azul si lo llevamos encima nos permite mover cajas pesadas. Y sí, el juego tiene colisiones y más que aceptables (lo comentaremos en el apartado de inmersión).
El inventario
Si miramos nuestro cuerpo tenemos dos huecos en nuestra cadera para llevar armas cortas, un hueco a nuestra espalda para llevar un arma larga. Y cuatro mini huecos para llevar otros objetos. Decide bien lo que quieres llevar encima.
Apartado gráfico y visual de Sweet Surrender
El diseño encara un estilo Cell Shading muy colorido que nos mete por completo dentro del juego con escenarios muy cuidados. La banda sonora acompaña por completo con un estilo futurista. Cada arma suena diferente lo cual ayuda también a crear esa atmósfera para que cada escena sea diferente.
En cuanto a la inmersión y el confort…
La inmersión está muy conseguida, puesto que han sabido cuidar las físicas del juego. Y sí, existen colisiones, y esto es algo que no encontramos en todos los juegos y que nos parece primordial para darle inmersión a la VR.
Las físicas también son reales, notamos el peso de una caja pequeña y de una grande. Todo este conjunto de factores hacen que te sientas realmente dentro del juego, son pequeños detalles cuidados que hacen la diferencia.
En cuanto al confort no se trata de un juego con demasiado movimiento, así que en principio no debería ser un problema, a menos que nos mareemos hasta con un suspiro.
Y otro punto positivo para nuestro juego Sweet Surrender es que está traducido al español, incluso sin tener voces y poca narrativa, lo cual no sería estrictamente necesario, el equipo de Salmi Games se ha trabajado también esta parte, lo que es de agradecer.
Conclusión de nuestro análisis de Sweet Surrender
Si te gustan los juegos tipos roguelike ni lo dudes, es un juego muy trabajado y con unas mecánicas que enganchan. Al principio vas a morir y morir, pero no llega el momento de “lo dejo para después”, siempre quieres una más.
El hecho de que cada vez que empieces sea diferente hace que no te aburras y quieras continuar. La rejugabilidad está asegurada.
Algo que personalmente me ha gustado mucho es el movimiento de las manos, lo han conseguido hacer muy real y si muevo la muñeca se mueve igual en el juego, no se mueve todo el brazo, sino mi mano.
¿Qué te ha parecido este análisis de Sweet Surrender para Oculus? ¿Te atreverás a probarlo?
