Tengo mucho cariño a Resident Evil 7: Biohazard. Devolvió el terror a la franquicia Resident Evil (aunque a mí la sexta parte me encanta), y además supuso su entrada en la Realidad Virtual. ¿Problema? Que ahora me cuesta disfrutar de la franquicia si no es con un visor en la cabeza. Ya pudimos disfrutar de Resident Evil 4 en Meta Quest 2 con excelentes resultados, con lo del séptimo juego principal no fue una anomalía. Por eso, he tenido en la estantería precintado Resident Evil Village durante meses. Al fin ha llegado el momento de adentrarse en este pueblo de Rumanía para conocer a sus hombres lobo, vampiresas y demás criaturas. Cuidado con las manos, que comienza el análisis de Resident Evil Village para PS VR2.
Las locas desventuras del padre del año
A nivel de historia, Resident Evil Village es una secuela directa de Resident Evil 7: Biohazard. Ya nos lo avisan desde un primer momento, con que si no os adentrasteis en la casa de los Baker, os recomiendo que dejéis de leer y les hagáis una visita. Son muy buena gente y ofrecen cenas de ensueño, sin ninguna queja por parte de sus invitados… Si es que alguno queda vivo, claro.
Tras sobrevivir a esa locura, Ethan Winters recuperó a su mujer Mia, con quien han tenido a la adorable bebé Rose. Ahora están viviendo en Europa (más concretamente Rumanía, aunque nunca lo especifiquen) una vida aparentemente perfecta… Hasta que Chris Redfield entra a tiros a nuestro hogar. Mata a sangre fría a Mia y secuestra a nuestra hija. Así que, nos tocará adentrarnos en el pueblo donde nos hemos quedado atrapados para rescatarla y descubrir por qué este legendario héroe de la franquicia amante de las rocas ahora parece un villano a la altura de Albert Wesker.
El argumento es una locura. No le busquéis mucho sentido, porque resulta hasta cómico, pero en el buen sentido. La forma en la que, por la “ciencia” dan vida a licántropos, vampiresas y demás criaturas es desternillante. Eso por no mencionar lo estrambóticos que son los villanos, a los que Ethan siempre mandará a paseo. Nada se interpone entre él y su hija. Pensad un poco en la absurdez de Resident Evil 4, pero bajo el prisma un poco más serio de estas últimas entregas. El resultado engancha, además de dejarlo todo bien atado para que continúe el legado de la saga más adelante.
¿Qué se puede jugar en VR?
Vale, ya conocemos la premisa general del juego, ¿pero qué es compatible con PS VR2? Para que podamos disfrutar de este modo, tenemos que descargar un DLC completamente gratuito. Al tenerlo instalado, si iniciamos la partida con el visor, nos preguntará si queremos activar el Modo VR. Esto es muy importante, ya que se trata de una modalidad completamente separada de las demás.
Esto se traduce en que cualquier progreso que tuviéramos desaparece, al tener archivos de guardados independientes. Nada de empezar ya con trucos o las armas totalmente evolucionadas. A cambio, tenemos varios juguetitos exclusivos de este modo, como una bayoneta para la escopeta inicial, una pistola de lanzacohetes o un nuevo fusil de asalto.
¿Lo peor? Que no podremos desbloquear ninguna clase de trofeos ni nada que nos sirva para jugar en plano. Y es algo que tendremos que hacer si queremos explotar al máximo Resident Evil Village, ya que sólo la historia principal funciona en PS VR2. El clásico Modo Mercenarios o la expansión que continúa la historia sólo se juegan en plano, lo cual es una verdadera lástima. En Resident Evil 7: Biohazard las grandes expansiones fueron compatibles con la VR, por lo que es un paso atrás en este sentido.
El mejor deja vu de la historia
Resident Evil 4 con más terror. Eso es básicamente lo que nos ofrece Resident Evil Village, y me encanta. Cambiamos España por Rumanía, los Ganado por la amalgama de monstruos a los que haremos frente, y solucionado. La estructura es muy similar, hay un vendedor de lo más misterioso, visitamos un lago donde nos enfrentamos a un gran “pez”, hay un castillo, visitamos una fábrica, nos peleamos en un pueblo… Las similitudes son más que obvias.
Sin embargo, no llega a ser lo mismo. El cambio de perspectiva a la primera persona, junto al mayor peso de las acciones de Ethan, logran que la experiencia sea radicalmente diferente. Eso por no hablar el mayor énfasis en darnos sustos de muerte.
El resultado es una campaña sencillamente espectacular. Variada y sorprendente, ofreciéndonos situaciones de lo más disparatadas pero espectaculares. Tan pronto estaremos sobreviviendo a un ataque de licántropos, como luego estaremos resolviendo puzzles en un castillo mientras nos persigue la famosa vampiresa Dimitrescu. Secciones de acción casi salidas de un Call of Duty a partes de puro terror psicológico donde no tenemos ni un arma. Toda una montaña rusa de emociones para que no sepamos qué esperar en la siguiente zona desbloqueable de este gran pueblo.
El terror se vive mejor en VR
Todo lo anterior se aplica al juego como tal, pero aquí estamos para hablar de la implementación de la VR… ¡y es muy buena! No perfecta, pero vayamos por partes. A diferencia de Resident Evil 7: Biohazard, aquí usamos los mandos de PS VR2 en vez del DualSense. Así que nos tocará usar físicamente las armas a nosotros, lo cual da muchísima más inmersión.
Capcom ha diseñado un sistema de inventario bastante físico, al tener diferentes ranuras por nuestro cuerpo. Así tendremos a un sólo gesto 3 posibles armas. Incluso podemos abrirnos la chaqueta para coger accesorios explosivos como granadas, la linterna (que podemos activar y usar en vez de ser algo automático) o un arma más. Eso sin olvidarnos de nuestro fiel cuchillo, siempre accesible en uno de nuestros brazos según la configuración que tengamos.
Al asignar un objeto a estas ranuras, nunca lo perderemos. Si soltamos el arma, volverá automáticamente a su posición. Esto hace que todo sea sencillo, al cambiar de arma literalmente lanzándosela al bicho que tengamos enfrente, con la certeza de que no la hemos perdido. Incluso podemos aprovecharnos de ello al lanzar el cuchillo como si fuera un suministro ilimitado shurikens. Funciona bastante bien, aunque no está tan pulido como otros títulos. Los objetos de la chaqueta no siempre se agarran bien, y se echa en falta poder guardar nosotros los objetos en esas ranuras en vez de soltarlos y que vuelvan mágicamente.
Aun así, es una minucia cuando nos fijamos en lo importante: cómo nos traslada esto al mundo de Resident Evil Village. Ahora cuando tengamos miedo porque nos rodean los bichos, nos costará más apuntar con precisión. Eso por no hablar de la recarga. Cuando tienes a Dimitrescu, una vampiresa de 3 metros que viene hacia ti, como que te paralizas y de repente se te olvida tirar del percutor en la pistola tras meter el cargador.
Sencillamente, vives más todas las situaciones del juego. Los combates se vuelven mucho más intensos, además de ofrecernos más libertad. Ahora bloqueamos los ataques no con un botón, sino con un gesto físico, lo que nuevamente, aumenta notablemente la inmersión. Incluso podemos ponernos en plan Chris y liarnos a puñetazo limpio, que el juego lo reconoce. Seguramente no lleguemos muy lejos, pero eh, la posibilidad está ahí.
No sólo la acción se vuelve mucho más espectacular: el terror aumenta a lo grande. Gracias al HDR, las secciones oscuras son eso, oscuras. No veremos absolutamente nada, siendo una delicia coger entonces nuestra linterna y fliparnos al llevarla junto a la pistola. O combinarla con el cuchillo como si fuéramos Big Boss aplicando las técnicas del CQC. Todas estas bromas no nos servirán al llegar a Beneviento, que es donde Resident Evil Village gira en torno al terror psicológico a lo grande. Brillante es poco. Solté unos buenos gritos con los sustos que me llevé, haciendo que esta sección se quedara grabada en mi cerebro junto a los gritos de la criatura que allí nos atormenta.
Aprovechando al máximo PS VR2
Es curioso cómo, pese a no ser un juego first party, Resident Evil Village es de los títulos que mejor aprovechan las capacidades de PS VR2, ayudando en el proceso a tener una mayor inmersión. Cada arma responde diferente a los mandos, ofreciendo unas sensaciones espectaculares al disparar. La escopeta o el fusil de francotirador parecen tan potentes como deberían ser, y hasta notaremos su retroceso al vibrarnos el visor.
Durante todo el juego se aprovecha esta vibración para que notemos cómo se abre una puerta gigantesca frente a nosotros, nos atacan y un largo etcétera. Al sumarlo con el HDR para la iluminación y tanto la vibración háptica de los mandos como los gatillos adaptativos, se consigue una experiencia sorprendente a más no poder.
Tirando por la ventana las buenas prácticas de la VR
Antes decía que no estábamos ante una adaptación perfecta a la VR, y toca ponerse más sangrientos que Heisenberg ofreciendo entretenimiento para los licántropos. Por un lado, las interacciones con los entornos se nota que se diseñaron para un juego en plano. Algunas sí las podemos hacer físicamente, pero sólo sirven para activar una animación prefijada. Por ejemplo, mover una estantería para bloquear una puerta o abrir los cajones.
De hecho, sólo son interactuables los elementos que se marcan en pantalla. Aunque en una habitación veamos dos armarios iguales, si uno no tiene el icono de interacción, mala suerte, que lo atravesaremos. En plano no importa mucho, pero en VR, rompe más la ilusión de estar ahí de verdad. Lo mismo al no poder coger platos, copas, botellas y demás elementos decorativos. Lo entiendo, pero choca cuando a veces nuestras manos sí mueven un cuervo colgando de un hilo pero no una cortina.
Esto al final es un detallito, pero hay algo que rompe más Resident Evil Village en VR: las escenas de vídeo. Por defecto, las veremos en modo VR, algo que no os recomiendo hacer por nada del mundo si sois propensos a los mareos. Es genial mantenernos en la piel de Ethan, pero preparaos para ser lanzados contra muros, vapuleados contra el suelo o arrastrados a toda pastilla por el castillo. Somos un pelele al que mangonean y mueven de forma brusca constantemente… Lo cual no es nada recomendable en Realidad Virtual.
Al ver las cinemáticas en VR, también podemos ver varios trucos que hace el juego. Al principio, cuando nos montamos en una furgoneta, si miramos hacia atrás, veremos cómo el vehículo atraviesa literalmente el muro, porque originalmente era imposible mirar ahí. En otras escenas donde nos tienen que sorprender, veremos al personaje de turno esperándonos como quien está en la parada del bus, a que lleguemos al punto marcado para iniciar su actuación. Es como si estuviéramos viendo una peli de terror, gritando a la pantalla de que el malo está detrás, pero somos nosotros mismos los que hacemos caso omiso a estas advertencias.
La alternativa es verlo todo en una pantalla en 2D. Se rompe la inmersión, pero ayudaría a que más gente no tire la toalla antes de ver de cerca cómo Ethan perdió su anillo de boda en esta noche loca por Europa. Porque al César lo que es del César, Resident Evil Village tiene opciones para que personalicemos al máximo nuestra experiencia. Giro suave o por grados, viñeta al movernos, poder meter una mira láser a las armas para apuntar mejor, que la recarga sea automática, etc. Al final, son remanentes de estar ante un juego que, obviamente, no se diseñó con la VR en mente, y se nota en ciertos aspectos.
¿Alguien puede encender la luz, por favor?
Una de las ventajas de estar ante un AAA en plano es que, automáticamente, Resident Evil Village es de los juegos más vistosos que hay en la Realidad Virtual. Los escenarios tienen un nivel de detalle altísimo, y los enemigos ni digamos. Los primeros planos en las escenas nos permitirán apreciar al máximo hasta la última mota de polvo de la muñequita de Beneviento o comprobar lo afilados que están los colmillos de los licántropos.
El juego sabe además que luce de maravilla, con que no para de ofrecernos momentos impactantes en lo visual. Los jefes finales son una auténtica locura, con efectos por todos lados, bestias gigantes y escenarios tan atractivos como a veces, aterradores. El castillo de Dimitrescu es una delicia, pudiendo apreciar su arte de una forma que en plano no es posible. Lo dicho, un AAA de los pies a la cabeza, que encima, apenas pierde calidad visual en su salto a la VR. La iluminación sigue siendo muy dinámica (incluso nuestra linterna genera sombras), para que los escenarios cobren vida en nuestras dulces pesadillas llenas de acción.
Lo mismo ocurre con la parte sonora. El audio 3D nos permitirá localizar a los enemigos sólo por los ruidos que emitan, algo que, cómo no, usan de maravilla para darnos algún que otro susto. El doblaje al castellano es excelente, recordándonos lo bien que sienta tener un título de VR totalmente en nuestro idioma. Ya ni hablemos de los efectos de las armas, ayudando, junto a la parte háptica, a que todo parezca tan bonito como letal.
Conclusión
Me alegro de haberme esperado para disfrutar Resident Evil Village, ya que vivirlo por primera vez en PS VR2 ha sido una experiencia increíble. Es uno de los grandes bombazos exclusivos (sin contar mods de la comunidad) del visor, y con razón. Capcom ha hecho una adaptación sorprendentemente buena a nivel de mecánicas y de diseño para que las aventuras de Ethan Winters sean más inmersivas que nunca.
Obviamente, se nota que el juego se diseñó originalmente para jugarse en plano con un mando. Las escenas incumplen todas las normas sobre el confort de la VR, el inventario no está excesivamente refinado o falta más interacción con el entorno. Pero si este es el futuro de los juegos híbridos (juegos en plano compatibles con la VR), que hagan todos los que quieran. La Realidad Virtual necesita más AAA de esta envergadura, ya que pese a sus defectos, se disfruta desde el primer minuto hasta el último.
Puede que Resident Evil 4 en Meta Quest 2 fuera una mejor adaptación a la VR, pero Resident Evil Village sigue siendo un auténtico juegazo, que encima gana al poder vivirlo en VR. Y para qué engañarnos, conocer a Lady Dimitrescu para dejar que nos mate unas cuantas veces no tiene precio.
Ficha técnica:
“Gracias al HDR, las secciones oscuras son eso, oscuras”.
Te faltó decir: Por culpa del MURA de las pantallas OLED las secciones oscuras se ven como a través de una gasa.
Juegazo, sí, triple A, también, pero el mod VR oficial no se merece un sobresaliente, demasiado atado al juego plano. Esta no es la VR que yo quiero, es un apaño.
Mejor esto que nada, sí, pero …
Igual me conformo con poco, pero no noté nada raro con lo del Mura en las zonas oscuras. Veía un negro puro, y ya. Igual haber estado con gafas toda mi vida ha hecho que mi mente anule pequeños defectos así jajaja Y sí, la nota al final se la doy al juego en su conjunto y por cómo funciona en VR. No quiero que sólo tengamos esta clase de juegos, sino que sigamos con títulos nativos de la VR, o mejor aún, adaptaciones más potentes. Pero aun así, me parece el camino a seguir para los juegos híbridos que… Read more »
La verdad es que tengo ganas de probarlo. Espero no marearme mucho en el intento 😅
Lo estoy jugando ahora y es brutal, el entorno, los negros, la vibración haptica, juegazo, como bien dices, hice bien en esperar a jugarlo, sin duda. Feliz navidad psvr 2