Desde el pasado junio disponemos en el mercado del nuevo título de nuestros pequeños amigos azules que combina un modo aventura con minijuegos: Los pitufos Village Party. Y es que los títulos de minijuegos están más en forma que nunca, como bien demuestra el rey indiscutible de este género, Mario Party, y muchos otros, como Wario Ware: Get it together. Ahora, los belgas de Balio Studio no han dejado escapar la oportunidad de llevarlo también al querido mundo de Los Pitufos. Os contamos todos los detalles en el siguiente análisis.
Análisis de Los Pitufos Village Party
Tanto para los más pequeños de la casa, como para los adultos que recordamos con nostalgia nuestras tardes de infancia, Los Pitufos es una franquicia muy, muy querida. Y es que llevamos disfrutando de sus “pitufantes” aventuras y de los intentos maquiavélicos por destruirlos de su enemigo Gargamel más de 65 años.
Lo primero que nos presenta este nuevo título es un Modo Aventura con el cual dar vida propia al juego más allá de los 50 minijuegos de los que dispone. En este modo, nos veremos transportados a la aldea de Los Pitufos, en la cual intentaremos celebrar una gran fiesta mientras que el malvado Gargamel trata de estropearlo todo. Si bien este debería ser el principal atractivo del juego, lo que intenta ser un toque fresco acaba convirtiéndose en algo tedioso.
La mayoría de las misiones que ofrece el modo aventura consisten en ir de un punto A a un punto B siguiendo a una luciérnaga (que cabe decir, no ayuda mucho) y completando los minijuegos que nos ofrecen. A lo largo del mapa podremos descubrir tesoros, abrir regalos y recolectar recursos para construir nuestra propia casa.
Si bien el diseño del poblado pitufo y sus alrededores pueden sorprender por su belleza, al poco tiempo de juego se acaba volviendo aburrido, ya que deberás recorrerlo infinidad de veces. Si a esto añadimos que el control del personaje no es precisamente el mejor, convierte en una tarea muy difícil el disfrutar de jugar al título. Y es que la desconexión existente en diversas ocasiones entre el control y las acciones del personaje hacen que cruzar una serie de obstáculos (como por ejemplo saltar de caja en caja para llegar a un regalo) pueda convertirse en algo incómodo.
Así, a lo largo de nuestra aventura iremos consiguiendo diferentes objetos, desde un patinete para ir más rápido, un tirachinas para poder acceder a objetos o regalos que están en alturas y hasta una pala para desenterrar recursos y tesoros. Nuestro objetivo será el de ayudar a tantos pitufos como podamos para que puedan asistir a la fiesta y que esta sea perfecta.
Una buena cantidad de minijuegos
Si bien podemos entender que el modo aventura sea un añadido para hacer más divertido el juego (aunque no lo consiga), el punto principal es, y debe ser, los minijuegos. En Los Pitufos: Village Party dispondremos, como ya he comentado, de hasta 50 minijuegos diferentes a los que nos enfrentaremos ya sea contra la IA o en modo competitivo local de hasta cuatro jugadores.
El principal problema es que los minijuegos de este tipo de títulos deben ofrecer diversión, y este no es el caso, al menos en su mayoría. Dispondremos de diferentes pruebas relacionadas con carreras, juegos de memoria, de habilidad y rapidez. Si bien disponemos de minijuegos insulsos, que consisten en darle a una serie de botones en el orden que indica la pantalla, hay otros que logran ser entretenidos, como por ejemplo uno en el que deberemos pintar el suelo de nuestro color (mientras los demás lo impiden pintándolo del suyo), o bien una suerte de fútbol en el que deberemos marcar más goles que el resto. También cabe decir que los errores de traducción y de texto en algunos menús de los minijuegos te sacan completamente del juego.
Un apartado gráfico de otra era
Si bien lo que buscamos en este tipo de títulos no son grandes gráficos y una potencia colosal, el apartado gráfico que nos ofrece Los Pitufos: Village Party es demasiado simplista, con muchos problemas de rendimiento. A lo largo del Modo Aventura veremos graves caídas de frames que pueden hacer menos dulce nuestra experiencia, pero el principal problema es cuando ocurren en medio de un minijuego, pudiendo arruinar por completo la partida.
En cuanto a la banda sonora, nos acompañará la mítica melodía de los dibujos animados, la cual, si bien es divertida y pegadiza, puede acabar haciéndose algo pesada tras varias horas de juego. Las voces son en inglés, y aunque los diálogos son correctos, las frases y expresiones que realizará nuestro pitufo mientras recorremos el poblado y sus alrededores podrían ser más divertidas.
Conclusiones
El título ofrece un rato de entretenimiento, sobre todo a los más pequeños de la casa y a los jugadores más novatos, pero se queda muy corto para los demás públicos. Apuesta por algo diferente que acaba siendo aburrido, y descuida su principal atractivo, con unos minijuegos simples que no cumplen su función de divertir. Siendo Los Pitufos una franquicia tan conocida y querida, duele ver como salen al mercado productos que no le hacen justicia. Aun siendo la intención buena, el resultado está lejos de ser el adecuado.
