Toda secuela siempre es una mejora de lo que ya se ha disfrutado de una primera parte, pero en Análisis de Budget Cuts 2: Mission Insolvency en SteamVR se ha comprobado de que es así, y no tiene nada que envidiar a su predecesor.
Budget Cuts 2: Mission Insolvency desarrollado por Neat Corporation y distribuido actualmente en las plataformas virtuales tales como Steam y Oculus en su versión de PCVR en el momento de escribir este análisis, realizándose con las Oculus Rift S.
Si algo funciona, mejóralo.
La continuación del juego Budget Cuts es la secuela totalmente directa de su primera parte, desde el primer segundo que se empieza la partida notaremos que seguimos donde habíamos dejado la partida en el primer juego dando así el perfecto comienzo de secuela.
Durante toda la aventura nos iremos sumergiendo más en la trama y narrativa dándole más forma al argumento que habíamos dejado atrás en su anterior entrega. Conoceremos nuevos personajes y restableceremos contacto con otros que teníamos anteriormente, también personajes no tan “amigables”. Toda la aventura se centrará en la misma línea sin escapar del primer argumento establecido, así como en su jugabilidad y gameplay aun que este mejora de forma que mencionaremos más adelante.
Un final es el nuevo comienzo.
Aun que resulte parecido el comienzo, un humano en un mundo rodeado de robots sin saber que está pasando mientras una científica se comunica con nosotros, realmente no nos encontraremos durante el juego envueltos de robots oficinistas y grapadoras.
El juego explora nuevos elementos, desde localizaciones hasta en armas de combate. Solo con decir que el primer nivel donde comenzamos es en un tren en marcha a toda velocidad lleno de enemigos, da pensar que algo no anda bien en el lugar. Pero no todos son malas noticias, habrá nuevos personajes con los que interactuaremos y así explorando más el universo en el que nos encontramos y sus ramificaciones.
La nueva localizaciones nos dan más profundidad en la narrativa y credibilidad en el mundo que estamos explorando dejando de lado un poco las oficinas y pasando relativamente al “campo abierto”.
Armado hasta los dientes y sin tregua.
Los nuevos dispositivos de combate o mejor dicho, la verdadera arma que nos muestra el juego aumenta sustancialmente la experiencia y se agradece de tener después de pasar toda una primera parte lanzando “abrecartas”. Esta arma trata de un arco con el que podremos lanzar desde los típicos “abrecartas” de la primera entrega hasta nuevos objetos que encontraremos en el mundo, incluido flechas.
Como todo en la vida tiene un equilibrio y dentro del juego también ocurre, no solo obtenemos un arma que nos ayudara de forma exponencial en la aventura y creando nuevos retos en la hora del combate. También nos toparemos con nuevos “guardias” que no se andarán con chiquitas a la hora de hacer su trabajo, la diferencia de los anteriores es que estos portaran un escudo y casco lo cual un disparo en cualquier parte del cuerpo ya no sirve, hay que ir con cuidado y que se encuentre en una posición vulnerable para combatirlo.
A lo largo del recorrido también podremos encontrar algún artefacto como con son las Granadas que nos ayudaran en combate, aunque para estas hay que estar atentos topándonos con ellas y utilizarlas con ventaja.
Más inmersión en un mundo más amplio.
Las segundas partes pueden llegar a ser mejores que el primero, pero esa idea es relativa a los gustos. Cuando se trata de más contenido y mayor amplitud de elementos es algo impepinable respecto a una secuela.
En este caso la amplitud de los niveles y las mejora tanto en gameplay por la nueva arma que se encuentra y también la mejora de niveles uniéndose a la ampliación de la narrativa es algo que nos aporta una mayor experiencia de inmersión. Los nuevos niveles son totalmente diferentes a lo que hemos visto con anterioridad, ya que en su primera entrega estábamos “encerrados” en una serie de oficinas y que toda la historia trataban en ellas y mejorara todo lo visto sin dejarse nada atrás en diseño de niveles totalmente nuevos, ejemplo las azoteas de unos edificios hasta los almacenes en el corazón de la corporación contra quienes queremos luchar.
Sin olvidar que el apartado visual sigue respetando toda la fidelidad de la anterior entrega mejorándose de forma exponencial gracias a los nuevos escenarios que nos plantean y así viendo una ampliación del arte que nos muestran en todos las ideas que exponen en cada unos de esos lugares que, en cierta manera, bastantes aterradores invadidos por los robots.
No solo se queda en nuevos mapas o lugares, sino que hay detalles que se agradece para ir viendo como nuestra “interacción” aumenta, contando con una serie de televisores en el recorrido que se pueden encender y ver un noticiero presentado, como no, por un robot que dará informes de los hechos acontecidos en la trama anterior y los ocurridos en la nueva entrega de modo que recordaremos nuestros actos y algún que otro personaje que le hicimos una “encerrona”.
Mi miedo no es que me descubran, el terror es oírlos.
El apartado sonoro sigue siendo muy fiel, mejorándose ya por necesidad de la propia trama y las localizaciones. Nuevos efectos sonoros que tanto en la ambientación de los niveles e incluido los robots más amigables que es de encarecida obligación robótica saludarle, si no le saludamos en la primera entrega, espero que lo hagamos en esta.
Los robots guardias más “simples” siguen teniendo su peculiar forma de interactuar con nosotros con su voz robótica imponente, añadiéndoles los nuevos enemigos con armadura que estos se esforzaran mucho más en buscarnos para eliminarnos mientras oímos sus “inocentes” advertencias, nos hace estar en alerta en todo momento de no querer toparnos con ellos.
Conclusión.
Todo en el juego se amplía y no nos deja nada atrás en la forma de jugar y la inmersión del universo en el que nos encontramos. Mejora lo establecido en la primera entrega añadiendo desde nuevas localizaciones y algo que todo juego que tiene en una secuela, mejores armas o forma de interactuar con nuestros rivales. Siendo el caso del Arco como arma principal.
