Análisis de PlayStation VR2 – PS VR2

El pasado 22 de febrero al fin se pusieron a la venta las PlayStation VR2. Después del éxito de las primeras PSVR, sobre todo teniendo en cuenta sus limitaciones tecnológicas por unos mandos desfasados a más no poder (os odio-quiero, Move) o unas especificaciones justitas, había ganas de qué podría hacer Sony abrazando al máximo esta tecnología. Intentando llevar el medio un paso más allá, usando la potencia extra de PS5 y una tecnología a la altura de los estándares actuales. Tras muchas horas disfrutando del visor, es el momento de realizar el análisis de PlayStation VR2, o PS VR2 para acabar antes. ¿Está a la altura de las expectativas? ¿Supone un cambio significativo? ¿Será el nuevo visor a batir? Todas estas respuestas y muchas más en las próximas líneas. Si queréis otro punto de vista, recordad que tenéis el vídeo-análisis en el canal de YouTube.

Especificaciones técnicas

Antes de nada, está bien saber la parte técnica. No me voy a centrar mucho en los pormenores, ya que prefiero hablar más de la experiencia de usuario sobre cada apartado del dispositivo.

Esto es lo que podemos ver en las especificaciones ofrecidas por Sony. Sobre el papel, hay aspectos muy destacados, como el uso del tracking de ojos o las pantallas OLED. Pero lo dicho, vamos a ver ahora en qué se reflejan en el uso habitual del casco.

Ergonomía y comodidad

A simple vista, está claro que PS VR2 es un buen armatoste. Al usar lentes Fresnel (en vez de las más recientes Pancakes), no se ha podido reducir el volumen del visor, que es claramente más grande que unas PICO 4 o incluso unas Meta Quest 2. Afortunadamente, mantiene el diseño de PSVR, que a día de hoy, me sigue pareciendo uno de los visores de Realidad Virtual más cómodos.

Esto se mantiene en PS VR2. Sí, abulta bastante, pero entre su ligero peso y el sistema de diadema, el casco se coloca con mucha facilidad. Contamos con una correa ajustable que podemos abrir rápidamente al pulsar el botón de la parte trasera, apretándola luego con la ruedecita para que se quede fijada a nuestra cabeza. Si se coloca bien (con la diadema en la parte más baja posible del cogote), el peso se reparte de manera uniforme por nuestro cráneo. Si notáis que os molesta en la frente o en la nariz, intentad inclinar más el casco, ya que probablemente no os lo hayáis puesto bien. Esto no sólo afectará al confort, sino luego a la nitidez de la imagen, pero vayamos por pasos.

Me he pegado varias sesiones maratonianas probando juegos sin parar, y parecía que no tenía nada. No he sentido molestia alguna, y todo estaba bien sujeto para que no se desajuste nada pese a los movimientos físicos que obviamente haremos mientras pegamos tiros, tocamos la batería o nos morimos de “miedo” al ver a una vampiresa gigante frente a nosotros. 

Algo que quiero destacar es que la almohadilla que usa el visor es fantástica. Es sencilla, pero sirve para tapar perfectamente la luz del mundo exterior, y así centrarnos más en el mundo virtual donde estamos inmersos. Además, resulta cómoda, eso sin mencionar todo el espacio que nos da para nuestro rostro. ¿Esto en qué se traduce? Que al tener gafas todo se ajustará a la perfección. Infinitamente mejor que en Meta Quest 2, donde con gafas grandes es posible que el visor nos las aplaste contra la nariz, e incluso mejor que en las PSVR originales. 

Lentes – No son Pancake, pero sí hay pantallas OLED

En cuanto a las lentes, sí, lo más potente ahora es el tema Pancake. Son las que usan PICO 4 y Meta Quest Pro, con que sorprende que al estar ante un visor tan puntero, no se haya dado el paso. En su lugar, tenemos unas lentes Fresnel (las clásicas), con la particularidad de que las pantallas son OLED. Esto nos permite apreciar mucho mejor los colores, algo que se ve incrementado gracias al uso del HDR. 

Así, los negros cuando estamos totalmente a oscuras en Resident Evil Village son eso, negros. Vamos a estar a oscuras tal y como estaríamos en la vida real, ayudando notablemente a la inmersión. En otros juegos más vivos, como Horizon: Call of the Mountain, el mismo Sol nos deslumbrará con lo brillante que es. Luego, al bailar en Synth Riders, los colores sencillamente nos dejarán con la boca abierta. El HDR es uno de los puntos fuertes de PS VR2, y luego se echa de menos en cualquier otro visor.

A esta genial característica se suma la alta resolución de la imagen, ofreciendo prácticamente 4K entre los dos ojos. Así, la imagen se muestra muy nítida, para que nos metamos más que nunca en los grandes mundos a nuestra disposición.

¿Son perfectas? Ni mucho menos. Seguro que habéis leído sobre el tema del “Efecto Mura” y otros problemas. Es cierto, hay defectos, y este efecto no desaperece del todo. Básicamente, es como si hubiera una especie de filtro por encima de la imagen… Pero personalmente no me ha afectado lo más mínimo. Es algo que igual lo notas un poco al principio, pero nuestro cerebro lo acaba olvidando. Creedme, si venís de PSVR, directamente ni lo notaréis, ya que la mejoría es tal, que este es el menor de nuestros problemas.

En cuanto al “punto dulce“, me parece bastante elevado, aunque quizá un poco inferior al de Meta Quest 2 o PICO 4, que son los otros visores con los que puedo comparar. Es importante colocarse el visor correctamente para que nuestros ojos se alineen con la parte más nítida de las lentes, o igual nos parece que todo se ve borroso. Al final, todo va de la mano, pero si os colocáis bien el visor (algo muy sencillo), este problema no os afectará.

Por último, ya que estamos con las quejas, está el tema del glare. Me parece mínimo, y sólo lo he notado con algo de textos en blanco sobre fondos negros totales. Nada más. Tampoco me llegó a molestar, por lo que han hecho un gran trabajo para que este defecto típico de las lentes OLED no nos afecte para el 99,9% del uso del casco.

Configuración inicial, IPD y tracking de ojos

Uno de los motivos por los que no soy muy aficionado de PCVR es que rara vez todo se resume a “enchufar y jugar”. Hay muchas configuraciones de por medio que pueden convertir una sesión de juego en una tarde de sólo hacer ajustes para que otro día ya podamos jugar… Si no se ha roto nada con alguna actualización. En este sentido, PS VR2 es mucho más cómodo. Con sólo conectar el visor a PS5 (sí, seguimos con un cable), la instalación durará unos pocos minutos.

La primera vez nos pedirán conectar los mandos (primero el derecho y luego el izquierdo), además de crear nuestra zona de juego. Es básicamente el Sistema Guardián, para que, al jugar, si nos acercamos a estos límites, nos avisen y no nos choquemos contra un muro o los muebles de nuestra casa. Este proceso de creación resulta casi hasta divertido, al ver cómo el visor escanea nuestra habitación con una alta precisión, para decirnos lo que considera el espacio del que disponemos. Luego lo podemos ajustar manualmente, reconociendo bastante bien las habitaciones en caso de que nos pongamos a jugar en diferentes partes de casa.

El otro aspecto de la instalación es el del IPD y el tracking ocular. Contamos con una rueda para ajustar la distancia entre las lentes (se mueven físicamente), y el casco nos ayudará a encontrar la posición ideal gracias al tracking de manos. Acceder a esta configuración es tan sencillo como hacer un par de clicks, por lo que es algo ideal a hacer de cuando en cuando (la ruedecilla se puede mover) o al pasar el visor a otra persona. 

También es muy sencillo configurar el tracking de ojos, al mirar a diferentes luces para que el casco sepa hacia dónde miramos. Es algo que más o menos se puede mantener entre usuarios, pero de nuevo, su configuración es accesible desde el menú rápido presente al pulsar el botón “PS”. Algo que me encanta es que esta tecnología funciona realmente bien incluso para los que llevamos gafas. Por ahora, uno de los títulos que mejor aprovecha esta tecnología es REZ Infinite, al apuntar sólo con nuestra mirada. Eso por no mencionar cómo Drums Rock detecta cuándo cerramos los ojos (¡incluso al parpadear!) para aumentar nuestra puntuación. Es algo que estoy deseando ver cómo se implementa en el futuro, ya que funciona sorprendentemente bien.

Por ahora, el uso principal está en la aplicación del Foveated Rendering. Básicamente, es una técnica para reducir la resolución de los puntos donde no estamos mirando, para que así los juegos puedan rendir mejor. Con el tracking de ojos, se logra que este cambio en el renderizado sea dinámico, haciendo más nítido el punto que estemos viendo. No he notado que esta tecnología se rompa o funcione mal, ya que en Gran Turismo 7 siempre he visto todo muy nítido, pese a que en pantalla al revisar la grabación podía apreciar qué puntos llamaban más mi atención. 

Los mandos – Todo lo bueno (y lo malo) del DualSense en nuestras manos

Podemos decir adiós a los PS Move, ya que en PS VR2 contamos con mandos diseñados desde cero para la Realidad Virtual. Su estructura es muy similar a la de Meta Quest 2, ya que los Touch Controllers se han convertido en el estándar del medio. Así que, cada mando cuenta con un stick, dos botones de acción, un gatillo y un grip. Además de los botones para hacer capturas, acceder a los menús del juego o de la propia consola. 

El diseño de los aros hará que al principio nos cuesta cogerlos, sobre todo si venimos de Meta Quest 2, ya que hay que meter las manos a través del anillo principal. Si usamos el Passthrough (que tiene muy buena resolución y es accesible siempre desde un botón) para agarrarlos, nunca tendremos problemas, con que es algo más anecdótico que otra cosa. Lo importante es que la ergonomía es fantástica, adaptándose muy bien a nuestra mano. No pesan nada, por lo que podemos tenerlos sujetos durante horas sin que nos molesten.

Pese a lo grande que parece el anillo, podemos juntar bastante las manos entre sí. Así que tranquilos, podremos recargar las armas en The Light Brigade o Pavlov sin ningún problema o que los mandos choquen entre sí. ¿Lo mejor? Estos mandos tienen la misma tecnología de los DualSense (también compatibles para ciertos juegos, como Gran Turismo 7 o Thumper), incluyendo los gatillos adaptativos o la vibración háptica. El resultado es una mayor inmersión, pero luego me centraré más en la parte háptica global del dispositivo.

En general, los mandos me parecen fantásticos, salvo por un “ligero” detalle compartido con el DualSense de PS5: la duración de la batería. Así es, no usan pilas, sino que tenemos que recargarlos directamente. La batería dura aproximadamente unas 4-5 horas de uso intensivo. No está mal, pero sí es muy inferior a lo que ofrecen los Touch Controllers o los mandos de PICO 4… usando ambos pilas, eso sí. Es por eso que la compra de la Estación de Carga me parece muy recomendable, para tenerlos siempre a punto cuando nos vayamos a poner a jugar. 

Sonido – Colega, ¿dónde están mis altavoces?

Acepto la necesidad del cable para conectarnos a PS5, pero donde PS VR2 sí me ha supuesto una decepción es en el tema del sonido. Sí, podemos disfrutar de audio 3D al enchufar cualquier auricular al visor. Su calidad es excepcional… Pero necesitamos esos auriculares. Al contrario que con las Meta Quest 2, las PICO 4 o cualquier otro visor moderno de VR, no contamos con altavoces incorporados. Esto nos obliga a sumar otro trasto para ponernos en la cabeza, lo cual es decepcionante.

El casco trae unos auriculares de oreja que además encajan a la perfección con la diadema para que los colguemos ahí cuando no los necesitemos. ¿Problema? No son nada del otro jueves. No llegan a ser tan malos como los que nos dan en el AVE, pero tampoco son para echar cohetes. Por eso, me parece ideal usar los Pulse 3D, pero ya son otro gasto adicional. Que tampoco tengamos botones para modificar el nivel del audio me parece absurdo, al tener que depender de los botones de los auriculares que usemos, y si no los tienen, acceder a las opciones internas del juego o el sistema. Personalmente, el aspecto más decepcionante de PS VR2.

Vibración háptica – La verdadera evolución de la VR

De lo que menos me ha gustado a lo que más. La vibración háptica que ofrece el casco me parece la mayor evolución en lo que a Realidad Virtual se refiere. ¿Nos golpean? Notaremos el impacto gracias a la vibración. ¿Un ave gigante pasa sobre nuestras cabezas? Sentiremos la corriente del aire gracias a la vibración controlada a lo largo del casco. Suma bastante a la inmersión, sobre todo al añadir las capacidades de los mandos junto a los gatillos adaptativos.

Tras volver luego a Meta Quest 2 he echado en falta estas características. ¿Las aprovechan todos los juegos igual de bien? No. Creo que Song in the Smoke Rekindled y Horizon: Call of the Mountain son las verdaderas estrellas (seguidos muy de cerca de Resident Evil Village), pero estoy deseando ver cómo los desarrolladores aprovechan estas capacidades en el futuro. 

Calidad del tracking

Adiós al sistema de la cámara para seguir nuestros movimientos como en PSVR. Ahora PS VR2 usa tracking inside-out, o lo que es lo mismo, es el propio casco el que sigue a los mandos. Esto no sólo simplifica el proceso de instalación, sino que también nos permite jugar donde queramos, siempre que tengamos un mínimo de iluminación. La calidad del tracking es casi perfecta. En Synth Riders no he perdido el seguimiento de los mandos mientras bailaba en dificultad “Maestro”. Incluso en Horizon: Call of the Mountain se detecta correctamente cuando tenemos las manos en nuestras espaldas al coger una flecha, ofreciendo una calidad más que óptima.

Aun así, es posible que haya algún problema. Si jugamos frente al televisor, los mandos pueden volverse locos. Al contrario, si estamos de espaldas al monitor o está en la periferia, entonces no nos afectará. Hay una opción para “mejorar el tracking” en opciones de PS5, que añadirá un recuadro negro con los iconos de Play, y los problemas desaparecerán. Aunque claro, si sois de hacer streamings, también se mantendrá ese recuadro en lo que capturemos. A ver si mejoran el tracking para que no sea necesario este problema, o necesitemos incluso menos iluminación para jugar sin que nuestras manos virtuales se vayan a la Luna.

Modo cinemático y aplicaciones adicionales

Hay mucha gente que le gusta jugar a títulos en plano con el visor, y para eso está el modo cinemático. Básicamente, consiste en tener una pantalla gigante frente a nosotros. Dicho monitor virtual puede ir a 120 FPS con HDR, por lo que si nuestra tele no cuenta con esas características, podemos jugar así a God of War Ragnarok o Call of Duty: Modern Warfare 2. ¿El contrapunto? La imagen se queda sólo en 1080p. Se puede jugar bien, pero estaría bien tener un mayor nivel de configuración sobre el tamaño de esta pantalla, estar en una sala virtual para que no esté flotando sobre un fondo negro, etc.

Este modo cinemático también se puede aplicar para ver películas. Por ahora, no hay aplicaciones multimedia para ver vídeos en VR (como YouTube VR), y para más inri, nada de contenido en 3D. Es algo que espero añadan mediante una actualización, porque sí era posible en PSVR.

Lo mismo ocurre con las opciones de streaming. Sí, ahora podemos añadir nuestra imagen al streaming con la cámara de PS5 (o la de PS4 que usábamos para PSVR), pero nada de leer el chat… Algo que sí era posible en PS4. Me parece un paso atrás, y ojalá se pongan las pilas para, como poco, ponerse a la altura de todo lo que ya teníamos en la anterior generación.

Lo importante: los juegos

Más que cualquier otro visor, si algo determinará el éxito de PS VR2 es su catálogo de videojuegos. Es el propósito principal del casco, y por ahora, empezamos con buen pie. Contamos con más de 40 juegos de lanzamiento, incluyendo varios AAA de la talla de Horizon: Call of the Mountan, Resident Evil Village y Gran Turismo 7. Son las grandes joyas de la corona, pero también hay indies increíbles como Tentacular, aventuras narrativas como Dyschronia: Chronos Alternate, clásicos como Moss o juegos rítmicos cono Drums Rock.

Seguramente os habréis dado de algo si venís de Meta Quest 2 o PICO 4: en su mayoría, son juegos ya disponibles en otros visores. Sí, hay varios exclusivos (los AAA principalmente), pero casi todos los juegos ya los hemos podido disfrutar en otras plataformas. Esto reduce la posible sorpresa que nos puedan ofrecer, pese a las mejoras que tengan. En algunos casos, contamos con remasterizaciones tan destacadas como Song in the Smoke Rekindled, Cities VR o Star Wars: Tales from the Galaxy’s Edge. En otras, se mejoran los gráficos y el rendimiento, además de hacer todo más inmersivo gracias a las funciones hápticas como Synth Riders o Pistol Whip. Incluso hay títulos donde se añade multijugador local asimétrico con otros usuarios en plano, como en RUNNER. En el peor de los casos, el juego es exactamente igual que en otros visores.

No es malo tener juegos multiplataforma ni mucho menos, ya que eso “sólo” afecta a los que venimos de Quest, PICO o PCVR. Por ahora, el catálogo es variado, potente y variado. Habría estado bien contar con la retrocompatibilidad total con PSVR (algunas joyas como Driveclub VR, Astro Bot o Wipeout se han perdido por el camino a la espera de un port/remaster), o que todas las nuevas versiones fueran gratuitas si ya las compramos en PS4, pero es asumible. Lo importante es el futuro. Si se logra un buen flujo de juegos, tanto AAA como propuestas indies, entonces a PS VR2 le irá bien. 

Vengo de standalone o PCVR. ¿Me sigue mereciendo la pena el cambio?

Esta es la pregunta del millón. Si vuestro anterior contacto con la VR fue PSVR, entonces estamos ante un rotundo sí. La evolución vista en PS VR2 es abismal. También me parece una entrada perfecta al medio, sobre todo si ya tenéis PS5. Su facilidad de uso, junto a varios pesos pesados, garantizan que disfrutaremos de la Realidad Virtual al máximo. 

La respuesta se vuelve más peliaguda si ya tenemos otros visores. Creo que sí estamos ante un complemento ideal a Meta Quest 2 o PICO 4. Me encantan las gafas standalone, pero no viene mal tener AAA con valores de producción del más alto nivel a nuestro alcance. Es como tener PS5 y Switch. Son dos plataformas que a veces comparten juegos, con sus pros (más libertad) y sus contras (peores gráficos), habiendo un momento ideal para un visor u otro.

¿Venís de PCVR? Entonces “sólo” ganaríamos la facilidad de instalación, los exclusivos y la parte háptica. El resto de novedades nos parecerán más superficiales, y los graficazos no serán tan sorprendentes. Incluso uno de los 3 exclusivos, Resident Evil Village, ya se puede disfrutar con un mod. En este caso, quizá no os compensa, al menos hasta que no haya más exclusivos de peso. Pero esto ya es algo muy particular de cada uno, con que os tocará a vosotros ver en qué situación os encontráis.

Conclusión

Desde Sony han sabido crear un visor estupendo. PS VR2 coge todo lo bueno de su primera iteración, mira aspectos tocados por otras empresas, y le dan su propio toque para tener una experiencia verdaderamente de nueva generación de Realidad Virtual. El uso háptico es soberbio, el HDR nos permite disfrutar de los gráficos más vivos que hayamos vistos en cualquier otro visor. Todo esto con unos mandos fantásticos y un catálogo de lanzamiento bastante potente.

¿Es un visor perfecto? No, ya que el cable puede seguir siendo un problema, y el audio es muy decepcionante. Pero son más puntos positivos que negativos. Al ponerte a jugar, notas la gran relación calidad/precio de PS VR2. El tracking de ojos, los aspectos hápticos, gatillos adaptativos, HDR, resolución de las lentes OLED, la comodidad del diseño… Todo está muy bien pensado para que disfrutemos al máximo de la Realidad Virtual con PS5.

Su éxito a largo plazo o no dependerá más de los juegos que se vayan lanzando durante los próximos meses o años, que por las capacidades del casco. Sí, posiblemente se verán superadas por otros visores mucho más caros (es lo que tiene la tecnología en constante evolución), pero con juegos de calidad como ya demostró Sony en PSVR, entonces PS VR2 puede convertirse en nuestro nuevo casco de Realidad Virtual favorito.

Ficha técnica:

• Desarrollador: Sony
• Plataforma: PS5
• Fecha de salida 22/02/23
• Precio: 599,99 €