La serie de Peaky Blinders es toda una sensación. Puede que su cancelación de mala manera por la pandemia (a cambio de una película para cerrar la trama) no haya gustado mucho, pero está claro que estos matones británicos ya forman parte de la cultura popular. Su ropa, el estilazo al andar y la actitud de ser los amos del cotarro. ¿Qué es lo mejor que ver la serie? ¡Vivirla! Tras hacernos vibrar por la TARDIS con Doctor Who: The Edge of Time, el equipo de Maze Theory regresa en una nueva aventura narrativa de acción mucho más ambiciosa. Preparad vuestros andares a cámara lenta, que comenzamos el análisis de Peaky Blinders: The King’s Ransom en su versión de Meta Quest 2.
Bienvenido a los Peaky Blinders
De la serie apenas he visto un par de capítulos, con que no puedo especificar en qué punto de la serie se sitúa Peaky Blinders: The King’s Ransom. Tampoco es que importe mucho, ya que nos encontramos ante una nueva historia independiente, donde cómo no, nos uniremos a los Peaky Blinders. Tras desertar en la guerra, nuestra tía logra que trabajemos para Tommy Shelby, con la esperanza de que logren limpiar nuestro expediente y así ganar nuestra libertad.
¿Nuestra misión? Recuperar la caja llena de secretos de estado que le han robado a Wiston Churchill. Pese a mi poco conocimiento del universo de la serie, no he tenido ningún problema para seguir la narrativa, que es el gran atractivo del título. Vamos a interactuar con Tommy y Arthur Shelby (interpretados por Cillian Murphy y Paul Anderson respectivamente), junto a Polly, dando más autenticidad a la aventura dentro de este genial universo. También conoceremos nuevos personajes, como los miembros de la Tong, la mafia del barrio chino de Londres.
Es cierto que, como tal, no estaremos ante un argumento sorprendente, pero sí está bien contado. Hasta han tenido en cuenta que nuestro personaje no hable, dando una explicación coherente, para que así no quede raro cuando nos hablen y no respondemos directamente. Así, la narrativa funciona estupendamente, logrando atraparnos al clavar el estilo del mundillo criminal que tan popular ha hecho a Peaky Blinders.
Todo esto con subtítulos al castellano… Si bien su implementación es tanto buena como mejorable. La idea me gusta, ya que los textos salen directamente de los personajes. ¿Lo malo? Si no los tenemos en nuestro punto de vista, no podremos leer los subtítulos. Esto ocurre en un par de escenas, donde nos hablan desde la espalda, y es algo molesto. Además, el texto aparece en una posición demasiado elevada, obligándonos a no prestar mucha atención a quien nos está hablando.
Toqueteándolo todo en el escenario de la serie
Cuando una serie tiene una estética atractiva, ¿qué es lo que queremos hacer? Formar parte de su mundo. Tocarlo absolutamente todo para mantener la ilusión de que no estamos en un simple escenario, sino que el lugar es tan real como nos lo hemos imaginado. Esto es lo que consigue Peaky Blinders: The King’s Ransom desde el primer momento. Los escenarios de la serie se han recreado hasta el más mínimo detalle. ¡Incluso tenemos un paseo molón por la calle principal donde tantas veces han ido a cámara lenta!
El bar, la casa de apuestas, la calle, la forma de moverse de los personajes… Absolutamente todo luce igual de bien que en televisión, pero ganando muchos enteros al estar nosotros ahí. Para mantener la ilusión, el juego nos permite interactuar de una manera natural con casi todo lo que veamos. Ya sean cajas, martillos o incluso nuestro cigarrillo y mechero, siempre con un acceso rápido para fumarnos un piti de manera molona.
Durante la mayor parte del tiempo estaremos explorando los entornos, hablando con los personajes en escenas que parecen salidas de London Heist. Los altos valores de producción hacen que la inmersión sea constante, queriendo ver en qué nueva situación nos mandan a continuación en la búsqueda de la maldita caja de Churchill. El juego nos anima a explorar hasta el último rincón de este detallado mundo en busca del alto número de coleccionables. Éstos van desde cajetillas de tabaco a balas únicas, medallitas o cartas del tarot.
Si se saca la pistola, que sea para disparar
Toda la parte narrativa me ha gustado mucho, pese a no hacer nada realmente único o especial. Pero claro, en la serie hay mucha acción. Tiroteos, peleas y demás. Para una experiencia 100% fiel, esto se tiene que replicar en el juego… Y es aquí donde Peaky Blinders: The King’s Ransom pincha más. De forma directa, las sensaciones al disparar son muy pobres. La pistola (o la ametralladora ligera en el tramo final) apenas tiene sensación de impacto, y el diseño de los tiroteos tampoco ayuda.
Sólo podremos disparar en secciones muy concretas, habiendo cajas de munición para indicarnos, básicamente, que estemos allí agazapados mientras disparamos a los enemigos. Los puntos de reaparición son tan obvios, que a veces parece estamos luchando contra un grupo de payasos que salen de un coche pequeño que parece no tener fin. Maze Theory lo sabe, y por eso, de las 4-5 horas que dura el título, apenas estaremos 1 hora soltando plomo.
Me recuerda en parte a lo que le ocurre a Red Matter 2, pero peor, al haber un mayor énfasis en la acción un mayor. Por suerte, no son tiroteos complicados, ya que están pensados para que haya algo más interactivo que “sólo” toquetearlo todo disfrutando de las físicas. Ayuda a dar sensación de peligro y espectáculo, algo que no puede faltar en una adaptación de la serie.
Listos para andar a cámara lenta
Uno de los motivos por los que la parte narrativa de Peaky Blinders: The King’s Ransom funciona tan bien es por los altos valores de producción. Maze Theory nos ofrece algo cercano a un AAA en Meta Quest 2 y PICO 4, gracias a escenarios muy detallados, amplios, y a la vez, altamente interactivos. Las físicas de todos los objetos son muy realistas, ayudando a mantener la inmersión.
Esto se traslada a los propios personajes. No tienen un diseño fotorrealista, ya que eso en los visores standalone no funcionaría. Aun así, el aspecto ligeramente estilizado queda muy bien, ofreciendo personajes también con bastante detalle y muy buenas animaciones. Algunas veces cuando agarran objetos las transiciones no son las mejores, pero eso es algo que ocurre en prácticamente cualquier videojuego.
El resultado es muy convincente, al nivel de títulos de la talla de Vader Immortal o Tales from the Galaxy’s Edge… Salvando las distancias en determinados casos, eso sí. El sonido está también a la altura, gracias a fantásticas actuaciones por parte de todos los personajes. La música también acompaña para mantener la atmósfera de la serie, redondeando un apartado técnico realmente bueno.
Conclusión
Pese a no ser el mayor fan de la serie (¡aún tengo pendientes casi todos los capítulos!), Peaky Blinders: The King’s Ransom ha logrado engancharme desde el principio hasta el final. Maze Theory ha subido de nivel en lo que a adaptaciones de series a la VR se refiere. Unos grandes valores de producción, una atmósfera soberbia y una historia sencilla, pero la mar de efectiva.
Puede que, como tal, Peaky Blinders: The King’s Ransom no haga nada revolucionario si ya llevamos unas cuantas aventuras narrativas en VR a nuestras espaldas. Eso por no mencionar lo pobres que son las secuencias de acción.¿Lo mejor? Cómo consigue vendernos la ilusión de ser uno de los Peaky Blinders. Estar junto a sus personajes, pasear (imitando la cámara lenta) por sus escenarios y luchar junto a ellos. Así que, por orden de los malditos Peaky Blinders, vamos a hacernos con las calles de Birmingham.
Ficha técnica:
- Desarrollador: Maze Theory
- Distribuidor: Maze Theory
- Plataforma: Quest 2, PICO 4, próximamente PCVR
- Género: Aventura narrativa de acción
- Idiomas: Textos en castellano y voces en inglés
- Fecha de salida 9/03/23
- Precio: 29,99 €
- Intensidad: Baja-Media