Desde que se lanzaron los dispositivos de VR, siempre me ha fascinado cómo el género de los shooters on-rails apenas ha tenido exponentes. ¿Shooters de oleadas mientras estamos fijos? A patadas. Pero uno en el que disfrutemos de una loca campaña mientras el muñeco se mueve solo, a lo Time Crisis, no es común. Este género se inauguró en las recreativas, y la VR parece la plataforma ideal para su evolución. ¿Quién mejor para lograrlo que uno de los grandes clásicos del género como Operation Wolf? Ya tuvimos algo similar con el genial Operation Warcade, pero ahora toca la versión oficial. Preparad vuestras armas, que comienza el análisis de Operation Wolf Returns: First Mission VR en su versión para PS VR2.
Las serpientes son muy escurridizas
No os va a sorprender a nadie, ya que ningún arcade de recreativa tenía grandes historias. Siempre han sido una mera excusa para que peguemos tiros en entornos cada vez más absurdos. Podían tener algo de encanto (me divertía demasiado con las excusas para el regreso de Wild Dog en cada Time Crisis), pero no estábamos ahí por la historia.
Lo mismo ocurre en Operation Wolf Returns: First Mission VR. Tenemos que detener al malvado General Viper, que no para de escaparse cada vez que asaltamos su nueva base “secreta”. Ya está. Nuestro personaje no tiene carisma pese a ser el típico cliché de las pelis de acción de los 80, ya que no habla, sólo lo vemos en las secuencias tipo cómic entre fases, y ya.
De hecho, he echado en falta algo de personalidad, no historia al uso. Al villano ni le vemos en persona, no llega a hablar, por lo que vamos detrás de él porque nos lo dicen, pero como si fuera una monja genocida. Bueno, eso quizá habría sido incluso mejor, que al menos habría sido más memorable.
La peor escopeta de la historia
Estamos ante un shooter sobre raíles, con que aquí no tendremos que molestarnos con el movimiento. Nuestro personaje se irá desplazando de manera automática, con una velocidad bastante lenta para que a priori, nadie sufra mareos, y nosotros sólo tenemos que preocuparnos de disparar a todo lo que se mueva. Si vemos que una de las balas que nos disparan se vuelve roja, esa es la que nos puede realmente hacer daño, por lo que a esquivarla físicamente o destruirla con otro disparo. Lo mismo si viene algún misil, granada o cualquier otro proyectil que nos pueda hacer pupita.
Para reventar a nuestros enemigos, Operation Wolf Returns: First Mission VR nos da acceso a una pistola, un subfusil, un fusil de asalto y una escopeta. La única que tiene munición infinita es la primera, pero aunque es precisa, no hace mucho daño. El subfusil tiene una gran cadencia, pero la precisión brilla por su ausencia. El fusil es el mejor arma de lejos, gracias a su alto daño y su gran precisión. ¿La escopeta? Un insulto a las escopetas de los videojuegos. Un desastre de arma que tiene una dispersión tan alta de las balas, que ni a bocajarro haremos mucho daño. Como si no existiera.
Así que, lo que haremos siempre será usar la pistola para ir acumulando munición del fusil. Al tener suficientes balas, a tirar del fusil y listo. Así podremos completar sin despeinarnos todos los tiroteos, fulminar a los olvidables jefes finales y listo. Si notáis que no estoy poniendo mucho entusiasmo en todo esto, es porque el juego tampoco pone mucho de su parte. Estamos ante un shooter bastante soso, que hace lo mínimo al ponernos a varios tipos de enemigos a la vez (masillas, matones con armas pesadas o algún vehículos), pero aun así, logra resultar bastante insípido. Hay explosiones, tiros y decenas de enemigos, pero siempre notaremos que le falta algo de chispa al juego.
Aquí no echaría más monedas
Para darle un poco de variedad a los niveles, a veces podremos elegir qué camino seguir, pero ocurre en dos-tres ocasiones contadas. También hay varios civiles a los que no disparar, pero sólo nos restan puntos si les damos… Puntos que no sirven para mucho, ya que no hay tablas de puntuación ni nada por el estilo.
He acabado yendo con el piloto automático durante las 6 misiones de la campaña. Esquivando las balas, disparando sin parar con el fusil de asalto (no están mal las hápticas, pero sin volvernos locos) y viendo cómo todos los enemigos caían como moscas.
El problema de Operation Wolf Returns: First Mission VR es que no está diseñado para dar espectáculo o vendernos la sensación de poder como es debido… O directamente, no está bien diseñado en muchos momentos. El 90% del juego, con estar siempre de frente, estaremos siguiendo la acción sin problema. Sin embargo, en varios puntos todo pasará a estar en 360º, sin que nos avisen en ningún momento… Hasta que nos llevamos un balazo por la espalda. Debido al desastroso apartado sonoro, no hay sonidos en 3D que nos permitan identificar en condiciones por dónde está el enemigo o por dónde nos disparan, haciendo más frustrantes estas situaciones.
Cuando estamos con armas especiales y limitadas, ya sea un lanzamisiles o las ametralladoras ligeras, casi que sentía menos potencia que con el fusil estándar. Las hápticas se reducen, y casi parece que hacemos menos daño con ellas. No ayuda la casi nula interacción con el escenario. Alguna torre de vigilancia se puede destruir, pero desaparece casi al instante. Falta más sensación de destrucción o similar, lo que hace estas secuencias incluso más sosas que las estándar. ¡Y son las especiales donde notar más el poder!
Falta de modos, opciones y diversión
Tras completar la campaña en unos 90 minutos, tenemos entonces uno de los peores modos de oleadas que he visto nunca. Cada grupo de enemigos es mínimo, por lo que llegaremos a la horda 50, pero con pausas tras cada 3-4 muertos, lo que rompe por completo el ritmo de la acción. Sumando todos los problemas de la campaña principal, claro.
Todo esto es una lástima, ya que sobre el papel, Operation Wolf Returns: First Mission VR debería funcionar. Hay un sistema de botiquines para curarnos, si morimos podemos volver a la vida usando créditos como si estuviéramos en las recreativas clásicas. Incluso podemos usar granadas para ver cómo los enemigos salen volando por los aires.
Pero siempre hay algo que nos saca de la diversión. La gigantesca retícula no ayuda (se puede quitar, pero me enteré de chiripa tras haberme pasado la campaña), la recarga es automática y aunque ayuda a mantener ese toque arcade, igual se podría haber hecho un poco más inmersivo propio de la VR. ¿Quizá una recarga a lo Synapse? El lanzamiento de la granada también es muy tosco, notándose que este proyecto se ha hecho pensando en cómo adaptarlo luego a plataformas tradicionales, en vez de hacer algo que aproveche al máximo la VR.
De vuelta a los arcades, también en los gráficos
Pasando a los aspectos técnicos, aquí hay detallitos buenos y muchos que no. El estilo artístico me gusta, y creo que funciona con la VR. Ayuda a dar una visión más distintiva de la acción con respecto a otros shooters. Y al menos, la acción se ve nítida.
Hasta ahí la parte positiva. Como decía antes, el juego pide a gritos escenarios más interactivos. Algo similar a lo visto en Crisis Zone, para vendernos al máximo esa sensación de estar ante una película de acción a lo Rambo. En el menú principal hay unas latas con forma de diana, y es absurdo que al disparar contra ellas ni se inmuten.
Con el sonido, el fusil de asalto suena contundente… Y poco más. La música es estándar, pero sin tampoco aportar demasiado. Las voces en inglés son escasas, pero al menos sí logran vender ese toque de serie B. De estar ante una acción de los 80 con un toque cutre, y es quizá lo que más personalidad da al juego.
Conclusión
Me encantan los shooters on-rails. Me dejé una infinidad de euros jugando a Time Crisis, House of the Dead y similares en los recreativos de mi barrio. Por eso, tenía ganas de Operation Wolf Returns: First Mission VR. Esto ha hecho que mi decepción fuera incluso mayor con el juego resultante. Le falta chispa, espectáculo, diversión, contenido y, en definitiva, un buen diseño.
Hay títulos del género más potentes. Shooters de oleadas infinitamente más divertidos. Aquí, ni la nostalgia de la marca es suficiente. Operation Warcade logra trasladar mucho mejor la locura, variedad y diversión de las recreativas de este Operation Wolf. El reciente Transformers: Beyond Reality, sin ser una locura, es mucho mejor. Una gran decepción y un shooter mediocre, cuya principal pega es lo soso y aburrido que acaba resultando ser.
Ficha técnica:
- Desarrollador: Virtuallyz Gaming
- Distribuidor: Microïds
- Plataforma: PS VR2, Quest 2, PICO 4, PCVR
- Género: Shooter on-rails
- Idiomas: Textos en castellano y voces en inglés
- Fecha de salida: 13/07/2023
- Precio: 29,99 €
- Intensidad: Nula–Baja