Análisis de Synth Riders para PS VR2

El género musical es uno de mis favoritos de la VR. Cada juego que sale al mercado acaba pasando por mis manos (o mi visor), bailando, cortando o tocando la guitarra como si no hubiera un mañana. De entre todos ellos, hay uno que me parece eclipsa a los demás: Synth Riders. El equipo de Kluge Interactive no ha parado de mejorar su juego, que empezó sin sorprender mucho, y ha acabado adelantando por la derecha hasta a Beat Saber. Siempre hablando de gustos personales… Pero os lo lucho en la pista de baile cuando queráis. Una nueva plataforma significa una nueva forma de disfrutar del juego. Así que calentad, buscad vuestro atuendo más bailongo, que comienza el análisis de Synth Riders para PS VR2.

Los primeros pasos de baile

Antes de nada, vamos a hablar de cómo se juega a Synth Riders. Al igual que en muchos otros títulos musicales de la VR, todo gira en torno a llevar nuestras manos a las notas, que están colocadas de tal forma que haremos bailes de lo más elaborados. Cada mano es de un color, teniendo que acertar las notas de dicha tonalidad. Si son verdes, ese combo lo tendremos que hacer con una única mano, sin importar la que usemos. Por otro lado, con las doradas tendremos que juntar las manos para que cuenten. Todo esto mientras esquivamos los muros, para que no todo sea movimiento de brazos.

Como tal, no hay nada revolucionario en estas mecánicas, pero es su implementación lo que hace grande al juego. La posición de las notas nos harán bailar, siguiendo coreografías cada vez más complejas a medida que vamos subiendo la dificultad. Hay 5 en total, empezando por algo tan básico que, personalmente, hasta resulta aburrido. Experto y Maestro es donde me muevo (más bien esta última), ya que al contrario que en Beat Saber, no se trata de hacer movimientos rápidos al tuntún. Siempre tendremos la sensación de estar bailando, haciendo que conectemos más con cada una de las canciones disponibles.

De mayor, surfista musical

Uno de los motivos por los que es tan satisfactorio bailar en Synth Riders es el surfeo de notas. Algunas las tendremos que mantener, realizando movimientos que parecen extraños con los brazos, pero sientan de maravilla. La vibración de los mandos (no es que se aprovechen las capacidades hápticas de PS VR2, por desgracia), el sonido y la representación visual hacen que queramos clavar cada uno de estos movimientos. 

Hay muchísimas formas de jugar, pudiendo personalizar al máximo nuestra experiencia. Desde cambiar los colores de las notas, hasta modificar su tamaño, reducir su visibilidad, hacer que haya muerte instantánea al fallar un sólo orbe, etc. Esto afecta a la puntuación, siendo un pique ir superando poco a poco nuestros récords y el de nuestros amigos.

¿No os parece suficiente con la manera estándar de baile? Pues podemos activar el Modo Fuerza, consiguiendo puntos no por la precisión con la que toquemos las notas con los mandos, sino por la fuerza con las que sean golpeadas. Creedme que tras unos temas en esta modalidad vais a sudar de lo lindo, más si estáis en una dificultad elevada. No nos olvidemos de los modificadores para jugar de manera que las notas vengan a nuestro alrededor con un ángulo de baile de 90º, 180º ó 360º. Sí, una novedad respecto a la versión de PSVR es poder bailar girando por completo sobre nosotros… ¡pero cuidado con el cable!

El único modo que todavía no está disponible en PS VR2 respecto a las demás plataformas es Spiral. Aquí tenemos que ir inclinando nuestro cuerpo como si esquiáramos, todo sin perder el movimiento de los brazos para seguir con las notas, por supuesto. Llegará pronto, siendo otra forma de jugar la mar de entretenida. Todos estos modos extra se aplican a todas las canciones, algo de lo que podrían aprender otros títulos.

El baile, mejor con amigos

Jugando solos tendremos contenido para parar un tren. Por defecto, tenemos alrededor de 50-60 canciones de multitud de géneros. Como os podréis imaginar con el nombre, muchas se pertenecen al género synth, pero también tenemos una buena dosis de rock, electro swing o pop. Si sumamos los DLCs de pago, llegamos a los más de 100 temas, con grupos tan famosos como Gorillaz, Bruno Mars o la violinista Lindsey Stirling. Una pena no tener las canciones custom, pero en consola es algo que nunca vamos a tener.

El plato fuerte de varios de estos DLCs son las experiencias, donde nos olvidamos de los escenarios habituales para vivir secuencias audiovisuales para el recuerdo. Una auténtica maravilla que hacen honor a su nombre, al ser toda una experiencia para los sentidos. Efectos visuales por todos lados que acompañan a la música de manera brillante, como si bailáramos dentro de un videoclip de lo más artístico. Están al nivel de lo que ofrecen Rez Infinite o Tetris Effect, pero nosotros bailando en vez de disparando/pulsando botones. De lo más espectacular que podemos vivir en Realidad Virtual.

Todo esto es jugando en solitario, pero también podemos bailar con nuestros amigos. Synth Riders cuenta con multijugador Cross-Play para jugar con usuarios de cualquier visor. Además de simplemente ver en tiempo real quién es el mejor bailarín, hay un modo muy divertido, que es una especie de Mario Kart… ¿O podemos llamarlo Mario Dancer? Tonterías aparte, podemos conseguir potenciadores para fastidiar a los rivales, haciendo más caóticas y alocadas las coreografías de lo que son de por sí.

Todo un lujo para los sentidos

Aunque la jugabilidad es lo más importante, los gráficos son uno de los elementos fundamentales por los que Synth Riders engancha tanto. Todos los escenarios son una verdadera locura, ya sean estáticos (para evitar mareos) o dinámicos. El estilo visual a lo TRON queda de maravilla con las coreografías, al mismo tiempo que mantiene todo increíblemente legible. 

En el salto a PS VR2, se ha ganado un elemento muy importante: el HDR. Los colores son más vivos que en cualquier otra versión del juego. ¿El resultado? Una imagen que entra todavía más que antes por los ojos. Incluso fuera de las Experiencias. Es imposible no quedarse embobado en la futurista ciudad que sirve de menú. 

Gracias a este espectáculo audiovisual, es muy fácil entrar en “la zona”. El momento donde nos fusionamos con la música, no hay nada más a nuestro alrededor y gozamos al máximo con el baile. En Synth Riders es una constante, llevando un paso más allá cada una de nuestras partidas.

Conclusión

Un nuevo visor, y otra plataforma donde Synth Riders se convierte en todo un imprescindible. Una maravilla de la Realidad Virtual, que eleva al máximo el bailoteo para que vivamos una experiencia increíble desde la primera canción. Todo un regalo para nuestros sentidos, en especial cuando disfrutamos de una de las Experiencias. 

El equipo de Kluge Interactive ha sabido combinar unas mecánicas satisfactorias con unas coreografías excelentes y un apartado visual brillante para crear una joya. Sencillamente, el mejor juego musical de la VR, que ahora brilla todavía más gracias al HDR de PS VR2. A poco que os guste el bailoteo, Synth Riders no puede faltar en vuestra colección bajo ningún concepto.

Ficha técnica:

• Desarrollador: Kluge Interactive
  
• Distribuidor: Kluge Interactive – Edición física por Perp Games/Meridiem Games
• Plataforma: PS VR2, PCVR, Meta Quest 2, PSVR
• Género: Musical
  
• Idiomas: Textos en castellano
• Fecha de salida 22/02/23
• Precio: 24,99 €
• Intensidad: Baja