Ya podemos disfrutar de la nueva obra del estudio español, Pow Pixel Games, y Jandusoft,: Abathor. Un juego de plataformas 2D, que nos transportará a una época de leyenda en la que intentaremos salvar a la mítica nación de la Atlántida de las garras de los demonios procedentes de las puertas de Abathor. Una aventura que nos ha encantado y de la que te contamos todos los detalles en el siguiente análisis.
Análisis de Abathor para PS5
Si bien la industria de los videojuegos 3D, y de los denominados triple A, están en plena forma, el estilo retro de las obras 2D, así como el diseño pixel art, están de moda. Unos de los grandes exponentes dentro del mercado pueden ser Blasphemous o Celeste. Para todos aquellos que crecimos con videoconsolas más clásicas, la nostalgia es un factor muy importante. Cuando juegas por primera vez a Abathor, es imposible no verse transportado a esa dulce infancia en la que merendábamos un bocadillo de nocilla después del colegio, mientras jugábamos a Golden Axe en la Sega Megadrive.
Y es que el diseño y el arte del juego recuerdan inexorablemente a ese
estilo ochentero tan presente en los cómics y películas de Conan el bárbaro, en las portadas de los discos de Warlock y Manowar, e incluso en el mítico juego de mesa Hero Quest. Aunque tan solo necesitaremos unos pocos minutos de juego para darnos cuenta de que es eso y mucho más, Abathor bebe directamente de los grandes juegos clásicos, con muchas referencias a otras brillantes obras, poniendo, además, un toque de magia que le dota de personalidad propia.
Un viaje a la Atlántida
La historia del juego nos transporta a la legendaria Atlántida, los habitantes de la cual decidieron abrir las puertas de Abathor en contra de los designios de su dios, Poseidón. A través de ella, llegaron cientos de demonios cuyo único objetivo era el de destruir su civilización y esclavizar a su pueblo. Y, en lo más crudo de la batalla, aparecen nuestros héroes, dispuestos a arriesgarlo todo con tal de cerrar las puertas y acabar así con la diabólica invasión.
Podremos elegir entre cuatro héroes, cada cual con atributos y habilidades únicas: el poderoso Crantor y su espadón, Sais, una valquiria especializada en defensa y contraataques, Kritias, un asesino ágil y escurridizo y Azaes, un maestro de la espada y la magia. Además, lo mejor es que podremos disfrutar de nuestra aventura de manera cooperativa, llegando a jugar hasta cuatro jugadores.
Lleno de referencias clásicas
Abathor destaca por un diseño trabajado y llamativo. Se nota el gran cariño con el que se ha elaborado el juego, desde sus personajes hasta la creación de los niveles. Cada fase nos transporta a una ambientación totalmente diferente, repleta de trampas y enemigos únicos dispuestos a convertir la vida de nuestros héroes en un auténtico infierno. La banda sonora que nos acompañará a lo largo de nuestro periplo es épica y pegadiza, y sin duda nos transportará inexorablemente a nuestro pasado reciente.
Si bien la primera referencia que se nos viene a la mente podría ser la de Golden Axe, mientras avanzamos en el juego nos vendrán a la mente muchas otras, desde Revenge of Shinobi, hasta Donkey Kong Country, pasando por Space Invaders o Metal Slug.
Exigente, pero no imposible
Cabe decir que Abathor es una experiencia exigente. No se trata únicamente de tirar hacia delante matando todo lo que se ponga por delante, si no también que la mecánica de los enemigos, así como la de los mapas y los jefes, nos obligarán en más de una ocasión a afilar nuestras mejores habilidades. El juego dispone de tres dificultades, una de ellas bloqueada al inicio.
Dispondremos de una serie de créditos, los cuales gastaremos si somos derrotados. Si se nos acaban, el juego terminará, tal y como ocurría en las recreativas de antaño. Pero esto no significa que debamos empezar el juego desde el principio, ya que solo seremos transportados a la primera pantalla de la fase en la que hayamos sido derrotados.
Durante nuestro viaje podremos hacernos con un oricalco, un mineral que nos servirá para poder mejorar nuestro personaje en las tiendas que encontraremos a lo largo del juego. Este nos sirve para desde aumentar nuestra salud máxima, hasta conseguir más velocidad de movimiento o daño de ataque. Eso sí, al salir de la partida (o ser derrotados), volveremos a disponer de todo el oricalco y tendremos que volver a adquirir el equipo en cuanto tengamos la oportunidad de visitar una tienda. Además de este mineral, encontraremos diferentes objetos que nos serán de gran ayuda a lo largo de nuestra aventura: pociones de curación, armas arrojadizas e incluso épicas invocaciones que arrasarán con todos los enemigos a su paso.
No hay vidas, hay créditos
En cuanto a la duración dependerá de nuestra habilidad y de la dificultad que
hayamos seleccionado. En el modo fácil dispondremos de 99 créditos, por lo que será casi imposible que nos veamos transportados al inicio de las fases. En los otros modos dispondremos de unos créditos más limitados, que, si bien podremos ampliar, serán a todas luces insuficientes si se nos enquista una fase o enemigo, pudiendo hacer que repitamos la misma fase diversas veces.
Sin ningún tipo de duda, Abathor es un gran juego, creado con un infinito cariño el cual hará las delicias de todos los amantes de los videojuegos en 2D. Aunque pueda parecer que tiene algunos aspectos mejorables, como la pérdida de equipo al salir de la partida o morir, queda compensado por un diseño exquisito y una experiencia de juego brutalmente épica.